Las Bolsas siguen capeando el temporal y el Nasdaq es uno de los índices que mejor sigue en el año. No en vano, está en positivo. En cambio, en Europa sólo la Bolsa de Suecia está también en verde en lo que llevamos de año y el Dax alemán está cerquita de ello también, aunque cae en torno a un 1%. Desde el suelo del 18 de marzo sube un 55%.
La clave del éxito del índice germano hay que buscarla en que tiene poca exposición a sectores como el turismo, ocio y restauración, precisamente los más dañados por la actual crisis, y tampoco tiene una gran exposición a la banca, sector que sufre con los bajos tipos de interés (como ejemplo tenemos que el Ibex 35 tiene 10 puntos porcentuales más de exposición al sector bancario).
Vamos a ver dos mercados muy apreciados por los inversores y con una gran liquidez. Dos mercados que presentan recorridos diferentes este año, y que en principio la cosa no debiera de variar mucho: dólar bajista y oro alcista.
Dólar estadounidense
El Índice del dólar ha caído un 8% desde su máximo a mediados de marzo, llegando a su nivel más bajo desde septiembre de 2018. Ha marcado su peor mes desde el inicio de 2018 y en principio la cosa no debería de variar mucho.
Hace 3 años asistimos a una caída del índice incluso superior al 8%, con el S&P 500 subiendo un 19% y los mercados emergentes subiendo un 34%.
Catalizadores como las tasas reales negativas en EE.UU. y la pandemia del coronavirus, que no cesa de crecer en el país, son argumentos suficientes como para pensar que el billete débil seguirá débil.
El dólar estuvo robusto durante el primer trimestre del año, pero a medida que los mercados de renta variable se han recuperado, se le acabó la energía. Esta tendencia puede continuar y tendría repercusiones para una serie de clases de activos, como por ejemplo las materias primas, que tienden a tener una relación inversa con el dólar. Las correlaciones a corto plazo entre las acciones y el índice del dólar están en su punto más negativo desde hace 4 años y respecto a las materias primas está en el nivel más negativo en más de 2 años.
Los bancos que manejan la mayor parte del volumen de negocio diario esperan que el dólar caiga casi un 2% frente al euro y un 3% frente al yen en los próximos seis meses, ya que creen que la reducción de demanda de divisas que impulsó al billete verde en marzo le perjudicará. Además, el presupuesto del Gobierno será otra losa para el billete verde y el déficit presupuestario será en los próximos años superior al de la zona euro.
En el EUR/USD la tendencia sigue alcista y ha alcanzado los dos primeros objetivos de la subida, atendiendo a niveles Fibonacci. El siguiente se encuentra en 1,1824. No se advertirá la menor señal de debilidad mientras se mantenga por encima de 1,13.
Respecto al índice dólar, decir que se creó en el año 1973 y comenzó en 100. Compara al dólar frente a una cesta de divisas importantes. Las principales son el euro, el yen japonés, la libra esterlina, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo. Cada una de ellas tiene un peso diferente en el índice, siendo el euro el que más tiene, con una ponderación del 57%, de manera que movimientos en el EUR/USD tendrán más repercusión en el índice.
Se puede negociar mediante contratos por diferencia (CFD) o con futuros.
Hace poquito perdió la zona de 94,87, hecho que implica más debilidad aun si cabe. Podríamos verlo los próximos meses en 93,50.
Oro
Los precios del oro han subido más de un 20% en lo que va de año, el cobre acaba de alcanzar su nivel más alto en más de dos años y los precios de la plata se han apreciado un 28% sólo este mes.
El oro llegó a los 1.900 dólares, acercándose a su máximo histórico que fijó hace 9 años (1.921,17 dólares en septiembre de 2011). Hemos asistido a su séptima semana en verde, una racha no vista desde el año 2011. Los motivos de éste rally son los siguientes:
- Las preocupaciones sobre el devenir de la economía mundial por la pandemia del coronavirus.
- El aumento de las tensiones entre EE.UU y China.
- Bajos rendimientos reales.
- Una política monetaria flexible.
- Entrada récord de dinero en los fondos que invierten en oro.
Comenzó el año por encima de los 1.500 dólares y superó los 1.600 dólares a mediados de febrero. En marzo bajó de 1.500 y en abril llegó a 1.700. A finales de junio puso su punto de mira en 1.800, cota que superó el presente mes de julio.
No sería nada surrealista que viéramos los 2.000 dólares en septiembre u octubre.
Pero mientras las economías luchan por recuperarse de la pandemia y las tensiones entre EE.UU. y China se disparan, algunos inversores han pasado por alto la madera. Los futuros de la madera se han duplicado desde principios del mes de abril y está incluso superando en rendimiento al oro y la plata, tradicionalmente los productos refugio por excelencia.