Recuperación toma impulso, pero dominan incertidumbres
Los datos económicos de EEUU son positivos de cara al 4T11 mientras los consumidores se muestran más optimistas respecto a las condiciones actuales
Mercados se centran principalmente en Europa, donde las desaceleraciones derivadas de la actual crisis podrían ser una amenaza para la recuperación
La actividad económica sigue mejorando gradualmente mientras nos adentramos en el 4T11. Aunque la segunda estimación del crecimiento del PIB del 3T11 se revisó a la baja para quedar en 2.0% anualizado, el ajuste refleja muy pocos cambios en cuanto al consumo privado. La revisión se debió en gran parte a la caída de los inventarios de las empresas, situación que esperamos que se invierta en vista de que mejoran las perspectivas de las ventas en el futuro. Este parece ser ya el caso: la temporada de compras navideñas impulsa las ventas minoristas y otras actividades de consumo. La confianza de los consumidores ha repuntado desde el mínimo de dos años y las actitudes con respecto a la disponibilidad de puestos de trabajo e ingreso futuro han mejorado en línea con las tendencias alcistas del empleo. La tasa de desempleo retrocedió sorpresivamente a 8.6% en noviembre, su cifra más baja desde marzo de 2009, aunque en buena parte refleja un descenso de 315 mil personas en la población activa. La tasa de participación ha estado cayendo desde la recesión y, con 64.0%, se aproxima a los mínimos de una década, un indicio desalentador en lo que respecta al potencial aumento del empleo. Aunque seguimos esperando un modesto crecimiento del empleo, el empleo estructural sigue siendo un gran motivo de preocupación.
El mercado de la vivienda ha sido un punto débil en la recuperación, pero comienza a mostrar indicios de mejora. La construcción de vivienda nueva y los permisos de construcción de octubre superaron el promedio del año y se muestran fuertes en comparación con los de hace 12 meses. Además también aumentaron las ventas de viviendas nuevas y de segunda mano y la moderación de las caídas de los precios indica que las propiedades con dificultades financieras se consideran menos amenazantes para el mercado. La reciente mejora de las perspectivas de los constructores apunta a futuras ganancias y se prevé que en los próximos meses seguiremos viendo tendencias similares.
Pero a pesar de que los datos nacionales son más favorables, la recuperación de EEUU sigue siendo vulnerable a las desaceleraciones derivadas de la actual crisis de deuda en Europa, que ha provocado que algunos bancos europeos hayan paralizado los préstamos y hayan comenzado a vender activos en dólares estadounidenses. En un intento por frenar el impacto del contagio, la Reserva Federal y otros importantes bancos centrales anunciaron la ampliación del programa de créditos swap de liquidez para apoyar el sistema financiero mundial según sea necesario. Estos bancos centrales podrán utilizar los fondos para prorrogar los préstamos denominados en dólares a sus bancos nacionales, reduciendo así las presiones sobre los mercados financieros mundiales. Sin embargo, la medida no trata de resolver los problemas estructurales de Europa, sino que les da más tiempo a los líderes europeos para solucionarlos.
En el ámbito doméstico, las intervenciones de la Fed han aplanado la curva de rentabilidad al subir las tasas de interés a corto plazo y bajarlas a largo plazo. Las preocupaciones se centran más en la actividad económica, dado que la inflación subyacente del consumo privado se mantiene dentro del rango meta. Las mejoras de los datos económicos indican que es probable que la Fed retrase cualquier medida adicional al menos en el corto plazo. Sin embargo, están preparados para actuar y probablemente se centren en las cédulas hipotecarias “si las condiciones lo requieren”. Podría justificarse una mayor flexibilización monetaria si el sector financiero se deteriora.
Al igual que el mes pasado, el desapalancamiento de las familias, la incertidumbre financiera mundial, la lentitud de la inversión residencial y las restricciones en las condiciones de crédito siguen limitando el crecimiento económico. La incertidumbre fiscal añade más tensiones a la economía, especialmente después de que el mes pasado el supercomité fracasara en llegar a un acuerdo sobre el plan de reducción del déficit. De cara a 2012, seguimos esperando un incremento de los riesgos bajistas para el crecimiento económico mientras continúen la reforma fiscal y los problemas de la deuda europea.