Los diversos bancos centrales estarían, cada uno a su manera y con diferentes medios, intentando depreciar sus respectivas divisas. Veamos los casos de Europa, Estados Unidos y el Reino Unido.
– China: ha sufrido una caída en sus reservas de divisas, nada más y nada menos que a niveles de hace 6 años. El gigante asiático sigue luchando por evitar y controlar la salida de capital del país. En concreto, las reservas de divisas de China cayeron por debajo de los 3 billones de dólares el pasado mes de enero.
– Estados Unidos: Bullard (Fed) es de la opinión de que en realidad sólo es necesaria una subida de tipos de interés este año 2017. Recordemos que la opinión general manifestada en enero por el jefe de la Fed de Chicago, Charles Evans, es la mayoritaria en el seno de la entidad, concretamente dos o tres subidas en el ejercicio.
Evidentemente esto sería factible si el crecimiento económico mantiene su ritmo y la previsión de inflación no varía. Pero incluso hay miembros más optimistas como la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester y el jefe de la Fed de Richmond, Jeffrey Lacker, que verían bien incluso más subidas.
En principio, lo más “normal” sería que la Reserva Federal no mueva ficha en las dos próximas reuniones de marzo y de mayo, y que suba los tipos de interés de nuevo en la reunión del mes de junio (días 13 y 14).
Todo esto haría que el dólar se fortaleciese, aunque puede encontrar un contrapeso: las medidas proteccionistas que propone Donald Trump que precisamente lo que tienden es a debilitar la divisa del país en cuestión.
– Europa y Japón: el Banco Central Europeo y el Banco de Japón mantienen su filosofía en política monetaria basándose en buscar el objetivo de inflación mediante la depreciación de sus respectivas divisas (el euro y el yen), es decir, buscan que sus monedas no se fortalezcan
– Inglaterra: el Banco de Inglaterra está planteándose el hecho de que podría mantener los tipos de interés bajos para impulsara la creación de empleo sin que repercuta de lleno en la inflación a día de hoy. De confirmarse, implicaría que el Banco podría mantener las tasas de interés bajas durante un buen periodo de tiempo, por lo que la libra esterlina seguiría siendo una moneda débil.