La lectura de la inflación de los precios al consumo de Estados Unidos de agosto probablemente marcará el tono del interés por el riesgo en todos los mercados esta semana, acaparando la atención especialmente el oro en el entorno de los metales.
En cuanto a la energía, los inversores y traders de petróleo estarán pendientes de los informes mensuales de la OPEP y la AIE para conocer la oferta y la demanda ante las continuas dificultades provocadas por la variante Delta del COVID.
La lectura del índice de precios al consumo, o IPC, de agosto, que se publicará el martes, ocupa un lugar destacado en la agenda económica de los mercados de esta semana, ya que los economistas se preguntan si el repunte de la inflación de este año se reducirá siquiera algo, como afirma la Reserva Federal.
Con la entrada de la Reserva Federal en su típico periodo de silencio antes de su reunión de política monetaria de los días 21 y 22 de septiembre, la atención podría centrarse más de lo habitual en las cifras del IPC de agosto. El momento en que los bancos centrales de Estados Unidos y de otros países decidan reducir sus estímulos económicos es clave para el interés en los activos de riesgo en los mercados, pues por cada economista que cree que habrá un tapering rápido hay otro que sugiere un ajuste gradual.
El oro se mantiene estable a la espera del IPC de agosto
El crecimiento del IPC de Estados Unidos se ralentizó en julio, pero se mantuvo en el 5,4%, máximos de 13 años. En cuanto a agosto, los economistas esperan que el avance se ralentice aún más, hasta el 5,3%.
Los futuros de oro de Estados Unidos subieron ligeramente durante la jornada de negociación en Asia del lunes, ya que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense se debilitó con respecto al cierre del viernes, mientras que el dólar se ha mantenido estable.
El oro de diciembre del COMEX de Nueva York más activo rondaba los 1.794 dólares a las 14:30 horas (CET), una subida del 0,1% en el conjunto de la jornada.
La cuestión de cuándo debería la Fed reducir sus estímulos y subir los tipos de interés ha sido objeto de un intenso debate en los últimos meses, ya que la recuperación económica entra en conflicto con el resurgimiento de la variante Delta del coronavirus.
El problema de la Fed: la inflación supera el crecimiento
El programa de estímulos de la Fed y otras medidas de política monetaria acomodaticias han sido acusadas de agravar las presiones sobre los precios en Estados Unidos. El banco central lleva comprando 120.000 millones de dólares en bonos y otros activos desde el brote de COVID-19 de marzo de 2020 para respaldar la economía. También ha mantenido los tipos de interés en niveles prácticamente nulos durante los últimos 18 meses.
Tras la caída del 3,5% en 2020 debido al cierre de empresas provocado por el COVID-19, la economía estadounidense se ha expandido con fuerza este año, un 6,5% en el segundo trimestre, coincidiendo con las previsiones de la Reserva Federal.
Sin embargo, el problema de la Reserva Federal es la inflación, que ha superado al crecimiento económico.
El indicador de inflación favorito de la Reserva Federal —el índice de gasto en consumo personal subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía— subió en julio un 3,6% interanual, su cota más alta desde 1991. El índice PCE, que incluye la energía y los alimentos, ha subido un 4,2% interanual.
El objetivo de inflación de la Fed se sitúa en un 2% anual.
El petróleo sube mientras se avecina la tormenta Nicholas a la espera de los informes de la OPEP y de la AIE
En cuanto al petróleo, los precios del crudo ampliaron el repunte del viernes ante las preocupaciones en torno a la inminente tormenta tropical Nicholas, que atravesó el Golfo de México el domingo antes de tocar tierra en la costa de Texas a finales del lunes o principios del martes.
Durante la jornada de negociación de este lunes en Asia, el crudo Brent de Londres, de referencia mundial, se situaba en 73,20 dólares por barril, con una subida de 28 centavos, o un 0,4%. El Brent también subió un 0,4% la semana pasada.
El petróleo West Texas Intermediate de Nueva York, de referencia en Estados Unidos, se sitúa en 70,02 dólares por barril, con una subida de 30 céntimos, o un 0,4%. El WTI subió un 0,6% la semana pasada.
Jeffrey Halley, analista de OANDA, ha dicho que los mercados petroleros siguen en un estado de gran fluctuación a pesar del comercio positivo del lunes.
Halley añade:
"Cuando uno observa la volatilidad de los precios del petróleo durante la semana pasada, lo que destaca son los pequeños vaivenes a corto plazo de un lado a otro del rango diariamente. Así que, a pesar de las idas y venidas, los precios realmente no fueron a ninguna parte la semana pasada".
"No me sorprendería lo más mínimo que los precios del petróleo revirtieran sus ganancias hoy mismo".
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado. En pos de la neutralidad, presenta opiniones contrarias y variables de mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.