El dólar siguió mejorando contra el yen, ya que los rendimientos de los bonos de Estados Unidos subieron en toda la curva. Con el telón de fondo macro del optimismo comercial entre Estados Unidos y China, y una perspectiva mejorada para la economía estadounidense, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años alcanzó el 3,128%, registrando un máximo de siete años. Sin embargo, el ajuste significativo en la trayectoria de la política de la Fed aún no se ha llevado a cabo.
Los futuros de los fondos de la Fed siguen descontando sólo dos alzas de tipos de 25 puntos básicos en 2018. A raíz de la ampliación de los diferenciales (específicamente en aquellos de menor duración) el USD/JPY subió a un máximo de sesión de 110,992. Curiosamente, el CHF aún se debería ver afectado en mayor medida, ya que la incertidumbre política en Italia ha mantenido las compras de CHF en calidad de refugio seguro europeo.
El IPC de Japón cayó a un decepcionante 0,6% interanual en abril, mientras que el índice subyacente cayó de 0,5% a 0,4%.
Estas lecturas se distancian totalmente del objetivo de inflación del 2% del Banco de Japón y la trayectoria general indica que no hay un ablandamiento en la postura de reactivación de la autoridad monetaria. Dada la firme política a favor de la inflación frente a la aceleración económica de Estados Unidos y la sensibilidad del par a la ampliación de los diferenciales, se puede prever una mayor alza para el USD/JPY.