Pues bien, los tipos siguen subiendo tras un dato más llamativo de lo esperado y una encuesta JOLTS muy volátil. Ahora, los tipos están en un punto en el que la economía empezará a ralentizarse, y las condiciones financieras por fin se están ajustando.
En este momento, el diferencial entre los bonos a 2 y 10 años sigue estando en -35 puntos básicos, lo que significa que los bonos a 10 años aún podrían subir 35 puntos básicos a partir de ahora para volver a estar en consonancia con los bonos a 2 años.
No hay ninguna razón por la que no pueda llegar ahí. Este diferencial toca techo cuando el rendimiento de los bonos a 10 años está un 3% por encima del de los bonos a 2 años. Ahora bien, no estoy tratando de sugerir que el rendimiento de los bonos a 10 años vaya a aumentar un 8%, pero lo que nos dice es que si el de los bonos a 2 años no empieza a descender en algún momento, el de los bonos a 10 años podría aumentar mucho más a partir de aquí, y eso lastraría mucho las acciones.
Hoy, el S&P 500 ha bajado aproximadamente un 8,5% desde sus máximos del 27 de julio. Este descenso supone la ruptura de la línea de escote del gráfico de cabeza y hombros, la salida de un patrón de diamante y una caída por debajo de su tendencia alcista de octubre de 2022.
El índice llenó la brecha de los 4.220 puntos, anulando todo el rally del verano. La marca de 4.200 es crucial. No sólo es donde se encuentra la media móvil de 200 días, sino que el hecho de situarse por debajo de 4.200 también supone que el S&P 500 ya no cuenta con una subida del 20% desde los mínimos de octubre de 2022. Vale la pena considerar cuántos inversores podrían ponerse nerviosos si se rompe la media móvil de 200 días y el índice ya no está en un "mercado alcista".
El nivel de 4.200 es un gran nivel técnico y un nivel psicológico muy importante, y si se rompe, yo creo que las cosas empeorarían. Obviamente, si los datos de empleo del viernes son débiles y los tipos se desploman, las acciones se recuperarán. Así que, de repente, el informe de empleo del viernes se ha vuelto mucho más importante.
Aunque el Nasdaq bajó más de un 1,8% en el conjunto de la jornada, su situación técnica es algo mejor que la del S&P 500, pero no mucho. El índice ya ha roto su tendencia alcista de octubre y ya ha puesto a prueba ese nivel en varias ocasiones y ha sido incapaz de superarlo, lo que no es buena señal para los alcistas. Además, ha sido incapaz de mantener la línea de escote del patrón de cabeza y hombros en torno a 14.670, en cada intento.
Algo que habría que vigilar en este punto serán los diferenciales con la deuda de alto rendimiento, y una forma de seguirlo de cerca es la relación entre SHY y HYG, que ha subido y sobrepasado el límite superior de una tendencia bajista, saliendo también de un triángulo simétrico. Cuanto más suba, más presión veremos sobre las acciones, ya que están conectadas al VIX.
Además, el diferencial entre los bonos a 2 y 10 años también es clave, ya que el S&P 500 parece moverse al alza con los diferenciales de crédito y los diferenciales entre los bonos a 2 y 10 años.
Por último, el ETF de asistencia sanitaria XLV ha interrumpido hoy una tendencia alcista en el límite inferior de un patrón de diamante. Una vez más, es necesario ver el seguimiento, pero claramente no es buena señal. Parece que cualquier sector que pague una elevada rentabilidad por dividendo se está viendo muy perjudicado, y estos sectores que antes se consideraban defensivos, como los servicios públicos, los bienes de primera necesidad y la atención sanitaria, ya no lo son.