A pesar de que los tipos de interés de los bonos cayeron después de las declaraciones de la semana pasada de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, la tendencia se ha invertido gradualmente y han empezado a subir de nuevo a medida que el efecto se desvanece. Mientras tanto, España se plantea llevar a cabo más recortes presupuestarios en educación y salud, con el fin de satisfacer a sus socios alemanes y allanar el camino a futuras compras de bonos para mantener bajos los costos de préstamo. Las medidas de austeridad se han encontrado con una reacción negativa de los gobiernos autonómicos y aplicarlas podría ser más difícil de lo previsto. Las Bolsas, que habían subido al iniciar la semana, ayer cotizaron a la baja, lideradas por el índice FTSE 100 británico, que perdió un 1,02%. El IBEX español cayó un 0,94%, mientras que el OMX sueco ganó un 0,19%. A medida que se desinfla la subida provocada por las palabras de Draghi, las miradas se centran en los efectos de los eventos económicos de riesgo y en los anuncios de los tipos de interés de varios bancos centrales, que empezarán a conocerse hoy.
La caída de la producción industrial de China no ha conseguido frenar y el flash del índice de gestores de compra de HSBC ha indicado una mayor contracción del sector. Al mismo tiempo, los resultados oficiales señalan una pérdida mensual. Este hecho ha provocado el aumento de las posibilidades que el gobierno lleve a cabo más medidas de estímulo en forma de préstamos a gobiernos locales. Por otro lado, India ha sufrido uno de los peores apagones de electricidad de la historia, ya que este afectó a más de 670 millones de personas. Además, el país se enfrenta al crecimiento económico más bajo en una década y el gobierno indio tiene dificultades para volver a la normalidad. De este modo, la rupia india ha sido una de las divisas que ha registrado una mayor caída y el USDINR se ha situado en su nivel máximo en tres años. Las Bolsas asiáticas cotizan a la baja en general, de forma que el índice Nikkei japonés ha perdido un 1,07% y el ASX australiano un 0,26%. En cambio, el Hang Seng de Hong Kong ha ganado un 0,26%.
Los mercados de los EEUU recibieron un trío de datos económicos positivos que podrían ser suficientes para que la Reserva Federal (FED) posponga una posible nueva ronda de medidas de estímulo hasta pasadas las elecciones. El precio de la vivienda y la confianza de los consumidores aumentaron y el índice de gestores de compra de Chicago puso de relieve que la FED se encuentra con una serie de resultados económicos dispares. Por otro lado, las materias primas cayeron a causa del bajón de la producción industrial de China y el petróleo crudo se situó en 87,96$ por barril. El oro también cerró a la baja y cayó por debajo de 1620$ hasta 1617,60$ por onza. Las Bolsas también cotizaron a la baja, ya que las flojas previsiones para el tercer trimestre provocaron la caída de los activos de riesgo. Así, el Dow Jones perdió un 0,49%, el S&P 500 un 0,43% y el Nasdaq un 0,21%. El índice dólar ha subido hasta 82,668 a la espera del anuncio hoy de los tipos de interés por parte de la FED.