Sin duda, el hecho más importante y trascendente ocurrido la semana pasada fue la advertencia hecha pública por el presidente de los Estados Unidos, Barak Obama a cinco países -China, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Alemania- por utilizar la depreciación de sus monedas con el propósito de estimular el crecimiento de sus economías.
Y esa política puede generar riesgos en la economía global, por constituir un flagrante incumplimiento de acuerdos internacionales vigentes. En las últimas dos décadas, por ejemplo, los Estados Unidos han acusado a China de usar la depreciación de su moneda para fortalecer su sector manufacturero.
Asimismo, el Departamento del Tesoro también reiteró las críticas contra Alemania, a la que acusa de depender demasiado de las exportaciones para su crecimiento económico. Hay fuerte expectación ahora por las consecuencias de esta inesperada situación.
El crecimiento de la eurozona y de la Unión Europea será este año ligeramente más bajo de lo previsto, anunció el martes la Comisión Europea, al tiempo que advirtió de que la desaceleración económica de China y de otros mercados emergentes, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre de cara al referéndum de Reino Unido podrían pesar en la economía.
Los economistas de la UE también advirtieron de que la solidez de los factores que han estado sosteniendo el crecimiento de la región, como los bajos precios del crudo y la debilidad del euro, podría empezar a reducirse, mientras que los problemas fundamentales en muchas economías del bloque, como unos elevados niveles de deuda privada y desempleo, siguen frenando la recuperación.
El dólar subió el viernes pasado frente a un cesta de monedas, ya que comentarios del presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, sobre posibles alzas de tasas de interés este año frenaron apuestas contra la moneda estadounidense generadas por un crecimiento del empleo en Estados Unidos más débil de lo esperado en abril. El euro terminó el viernes cotizando USD 1,1404.
Argentina: el BCRA liberaliza aún más el mercado de cambios
En la última semana quedó clara la preocupación que muestran quienes conducen el BCRA y el Ministerio de Hacienda con relación a la política monetaria en vigencia. Es que la posibilidad del ingreso de nuevos préstamos financieros y de inversión de capitales en nuestro país provoca dudas y expectativas negativas tanto sobre el tema inflacionario como por el peligro de que produzcan una fuerte revaluación de nuestra moneda.
Y esta incómoda situación reafirma aún más la necesidad de lograr, lo antes posible, una definitiva disociación entre los precios de la economía y el tipo de cambio del peso/dólar.
Sin embargo, aquello no podrá convertirse en realidad mientras se mantengan las innumerables normas de control cambiario que continúan aún vigentes en nuestro país. Pero sorpresivamente, el martes pasado, el BCRA concretó su primer mensaje al respecto, cuando mediante la Comunicación “A” 5961 liberalizó la operatoria cambiaria de préstamos y pagos de servicios relacionados que deberán cumplir de ahora en más el gobierno nacional y los provinciales.
Y además el jueves dió otro importante paso más sobre el mismo tema al dictar las comunicaciones "A" 5963 y "A" 5964, por las que decidió aumentar de USD 2 millones a cinco el límite para poder acceder al MULC para compras y ventas de moneda extranjera por diferentes conceptos que se explicitan claramente y, también, permitir el uso de cuentas corrientes en monedas extranjeras abiertas en bancos locales para diversas operaciones cambiarias.
En un comunicado oficial el ente monetario fundamentó así sus recientes decisiones: "Estas medidas son los pasos finales en la remoción de las restricciones cambiarias heredadas, siguiendo el camino iniciado con la liberación del cepo y la reciente eliminación del cronograma de pago para deudas por importaciones”.
Cabe agregar que mediante las comunicaciones citadas el BCRA también aprobó medidas adicionales para facilitar operaciones con el exterior y determinadas transacciones cambiarias, destacándose las relacionadas con exportaciones, que ahora se podrán cobrar directamente en dólares acreditando los fondos en cuentas corrientes locales en esa misma moneda y compras con tarjetas de crédito en el exterior en pesos o dólares.
Mientras y pese a que los depósitos en dólares del sector privado se incrementaron desde que asumió el nuevo gobierno, la tendencia positiva parece haber perdido fuerza el mes pasado, cuanto registró una leve variación positiva. En un contexto que todavía está marcado por altas tasas de interés en pesos, expertos señalaron que la caída de las tasas en dólares durante los últimos meses le quitó atractivo a los plazos fijos en moneda extranjera.
Por ese motivo, la semana pasada el Tesoro dispuso ofrecer una letra en dólares que tendrá como objetivo captar los ahorros en divisas de inversores minoristas depositados en bancos o en cajas de seguridad, pero con un rendimiento mayor al que ofrecen las entidades bancarias, que resulta casi cero. Así, el Tesoro logró captar en esta primera licitación USD 447 millones, pagando intereses del 3,5% a 90 días y 3,89% a 180 días.
Al mismo tiempo, el BCRA rebajó el martes pasado en medio punto porcentual la tasa de interés anual de sus letras más cortas porque, argumentó, los informes que sigue la entidad muestran una baja de la inflación subyacente. Así, la tasa de las LEBAC a 35 días quedó en el 37,5% nominal anual, frente al 38% en la que se mantuvo durante varias semanas. Otro hecho importante que ocurrió la semana pasada fue el pago de bonos reestructurados a diversos acreedores, por un total de USD 2.694,5 millones, que se encontraban en "default selectivo" desde mediados de 2014, por la medida cautelar dictada en ese entonces por el juez de Nueva York, Thomas Griesa.
Así, las actuales reservas del BCRA quedaron ahora sumando, según datos provisorios, unos USD 26.306 millones y mostrando una caída semanal de USD 3.073,8 millones, que incluye la compra en el mercado de unos USD 39 millones que hizo BCRA en su intervención del miércoles pasado.
El Banco Nación fijó el viernes su cierre vendedor de transferencia en $14,21, con una apreciación de nuestro peso del 0,3% en la semana y el volumen operado en las cinco jornadas entre bancos sumó USD 1.944 millones, con un promedio diario de USD 389 millones, un 14% menor al del similar período anterior.