ExxonMobil (NYSE:XOM) vivió uno de sus peores momentos entre 2014 y 2015. Su acción pasó de valer 104,76 dólares (máximo histórico) a caer hasta los 66,55 dólares (mínimo anual de 2015), una depreciación del 36,47% en solo un año. Retrocediendo en el tiempo hasta el 2011, dejando en pañales la teoría Buy & Hold. Desde los mínimos del 2015 volveríamos a vivir una experiencia similar a la comentada anteriormente, donde tras una euforia desmedida le condujo a alcanzar los 87,44 dólares en noviembre del 2015 para volver a caer hasta los 71,55 dólares, mínimo anual del 2016, dejándose en la caída un 18,17%.
Sin embargo, los coletazos que se produjeron entre los 70 y los 75 dólares evidenciaban la debilidad de los bajistas; situación que, tras varias semanas de incertidumbre, los alcistas aprovecharían para volver a la carga, aupando el precio de la acción hasta los 95,55 dólares, máximo de 2016. Curiosamente esto se produjo en el mes de julio, que en términos generales fue el pistoletazo para un nuevo movimiento alcista en la renta variable a nivel global. Sin embargo, ExxonMobil volvía a las andadas y los bajistas volvían a reinar a pesar de la victoria de Donald Trump.
Llegado el 2017, la situación no mejoraba y, tras un período de descensos, el precio comenzaba a evidenciar un movimiento lateral entre los 80,30 y los 84,16 dólares. Situación que a 1 de junio no ha cambiado. Durante el mes de mayo hemos visto una lucha cruenta por los 83 dólares, pero todos los ataques alcistas fueron respondidos por contraataques bajistas. Ello ha provocado en estos últimos días que las hordas alcistas hayan tirado la toalla, dejando las puertas abiertas a los bajistas para conducir el precio hasta el mismísimo soporte del lateral, cerrando el 31 de mayo en los 80,50 dólares.
Todo lo dicho anteriormente se resume de la siguiente forma. La tendencia de largo plazo es bajista, mientras que la de medio plazo es lateral, tal y como pueden comprobar en el gráfico adjunto a este análisis. Por otra parte, la tendencia de corto plazo es bajista. En este 2017 se ha depreciado el valor de la acción un 10,81%. En este momento es primordial vigilar el soporte los 80,30 dólares, su pérdida podría desembocar en otro golpe bajista que podría conducir al precio de la acción hasta los 76,5 dólares, objetivo teórico mínimo por ruptura de lateral. Recomendado no entrar a la más mínima ruptura, sino usar algún filtro para reducir la posibilidad de una falsa ruptura.
Para finalizar, y para aquellos que estén cortos, les recomendaría situar el stop loss en los 82,89 dólares al tick. Al resto de inversores les sugiero permanecer fuera de este valor, a excepción de la confirmación de la ruptura del lateral. En caso de que alguien piense en abrir posiciones largas apoyándose en el soporte del lateral, le sugiero encarecidamente el uso de stop loss.