El Reino Unido tiene una cita con la historia. Ya no valen medias tintas y no parece que vaya a haber vuelta atrás. El primer ministro británico, sometido a la gran presión euroescéptica de buena parte de su partido, optó por la huida hacia delante, tirar los dados una vez más tras el ajustado referéndum sobre la independencia de Escocia y trasladar a sus conciudadanos la patata caliente de un debate incómodo, que se ha visto alimentado al calor de la crisis económica y el desacuerdo británico con la política exterior de la Unión Europea.
Si hacemos caso a las encuestas, mañana el pueblo británico podría adoptar una decisión que al resto del planeta le parece una atrocidad: abandonar la Unión Europea y volver a caminar sola, o lo que es lo mismo, deshacer todo el camino andado en materia de integración europea y sembrar un peligroso precedente que podría suponer el pistoletazo de salida para que otros países decidan emprender el mismo camino.
En una reciente conversación con Daniel Lacalle durante el ForexDay celebrado hace escasas fechas en Madrid, el reconocido economista nos hacía especial hincapié en este aspecto y fijaba este hecho como consecuencia inmediata del referéndum.
Además, apuntaba que el problema no se resolvía por sí solo con un referéndum, aunque ganase la opción de la permanencia.
Al día siguiente de las elecciones, los argumentos para salirse continuarán, porque vamos a tener noticias sobre si se les va a dar a los turcos visados para entrar, sobre la inmigración, sobre las elecciones en España, sobre el déficit…
Desafortunademente, los argumentos para los que defienden la salida se van a ir acumulando, mientras que los argumentos para los que defienden permanecer son más complicados.
Por esta razón yo sería muy cauteloso y, desde un punto de vista de mercado, no me importa tanto el primer día, sino lo que va a ocurrir los próximos meses.
BrExit vs. BrexIn
Pero, realmente, ¿qué supondría que ganase una opción u otra? ¿Qué significaría realmente un "Brexit" o un "Bremain"?
Félix Morales, licenciado en Ciencias Políticas y Administración con especialización en Relaciones Internacionales dibuja nos dibuja en breves pinceladas ambos escenarios.
Brexit: Según los cálculos del Ministerio de Economía británico, el PIB del Reino Unido caería a un ritmo del 6% hasta el año 2018, con un descenso del 18% de la propiedad inmobiliaria y la pérdida de 820.000 empleos.
Los aranceles y la pérdida de competitividad comercial y profesional serán la peor parte para el Reino Unido. Para no extendernos en más detalles sobre pensiones, tipos de interés y otros aspectos de la economía interna británica, podríamos ver a corto plazo (julio y agosto) una caída más profunda de la libra y del euro, ya que no todo está descontado.
Por su parte, los índices europeos registrarían caídas profundas las primeras dos semanas, con gran demanda de divisas como el franco suizo y el yen. El sector bancario también registraría un fuerte traspiés a nivel europeo y durísimamente a nivel británico.
Asimismo, el dólar estadounidense se vería muy fortalecido y sería notable también el impacto en las economías periféricas, fuera de la Unión Europea, como Islandia o Noruega, dada la actual situación de acuerdos comerciales.
Brexin: Durante las dos primeras semanas habría una gran euforia en las bolsas europeas, recuperando terreno perdido... Y poco más.
En los meses de julio y agosto veríamos una normalización progresiva, con una recuperación de la libra. Sin embargo, esto no dará pie a movimientos alcista a largo plazo para la divisa esterlina, más bien al contrario. Dado el alto grado de escepticismo y pérdida de confianza, podríamos ver a la libra perder rápidamente parte del rebote de los primeros días.
Al contrario que en el caso anterior, habría una caída de la demanda y un aumento de la volatilidad en activos refugio como el franco suizo, el yen y metales preciosos como el oro y la plata.
Activos refugio y efectos colaterales
En este aspecto, Morales coincide completamente con el diagnóstico de Daniel Pingarrón, analista de Estrategia y Desarrollo de IG.
Los activos más afectados -tanto en el caso en que haya un Brexit, como en el caso de que no lo haya- serán la libra, las bolsas europeas y los activos refugio por excelencia como el oro, o el yen japonés.
Por primera vez, todos estos activos están descontando que hay posibilidades reales de que haya un Brexit, aunque hasta la fecha, solo la libra se ha visto afectada por esa cuestión.
En concreto, Ismael De la Cruz, director de análisis de WiseTrend.es, me recuerda que el propio Instituto Nacional de Investigación Económica y Social del Reino Unido estima que la libra caería un 20%. Asimismo, este experto analista recuerda que hay, además, toda una serie de efectos colaterales muy a tener en cuenta:
Los inversores daneses y los fondos de pensiones del país nórdico podrían repatriar de miles de millones de dólares en activos para protegerse de las pérdidas de divisas.
Además, el Brexit plantea un gran problema para el turismo, como es la devaluación de la libra frente al euro, lo que provocaría que a los británicos les saliera más caro viajar a los países que utilizan la divisa comunitaria y podría frenar la llegada de visitantes. Recordemos que en 2015 recibimos 15 millones de turistas británicas, siendo ellos el principal emisor.
Más daños colaterales
Otro aspecto de estrecha relación con los mercados y que se vería irremediablemente afectado por una salida de la Unión Europea por parte del Reino Unido sería la fusión entre Deutsche Börse (DE:DB1Gn) y London Stock Exchange (LON:LSE) para constituir un gigante europeo de la bolsa, tal y como nos recuerda Javier Etcheverry, CEO de S&J International Consulting.
Las negociaciones continúan para crear una bolsa anglo alemana donde el FTSE y el Dax unirían fuerzas para establecer un “gigante del trading”, como se promulgó hace unos meses. La falta de acuerdo anterior no quiere decir que no haya interés, sino que los términos en los cuales se había planteado, permitiendo a Alemania ostentar el 54% del control y propiedad de dicho parqué virtual, no acabó de cuajar en la mentalidad de negocios británica.
Además, las operaciones de importación y exportación dinamizan ámpliamente el flujo de divisa entre la isla y Europa Continental (DE:CONG), por lo que si el Reino Unido saliera de la UE se crearían una serie de aranceles que harían muy costosas operaciones que antes eran viables y después de una separación ya no lo serían tanto.
Esto significaría aumento de paro, cierre de empresas y una ausencia de las horquillas de cambio entre las distintas divisas que afectaría a la economía de ambas zonas. Por todo ello, creo que aunque los británicos se enorgullecen de que su economía atraviesa un mejor momento, no son tan inconscientes de que gran parte de las empresas europeas que se afincan en sus fronteras lo hacen por los tratamientos fiscales mucho más favorables que reciben y si se cerrase esa vía habría una estampida de miles de pequeñas y medianas empresas que sería difícil de cubrir económicamente por el propio consumo interno.
¿Cómo afrontar esta situación en los mercados?
También en el marco del Forex Day, nos encontramos con nuestro buen amigo Boris Schlossberg, unos de los más reconocidos expertos en el mercado de divisas a nivel mundial. Como era casi obligatorio, le pedimos que nos diese un buen consejo para acercarnos a los mercados durante estos días difíciles que se nos avecinan. Esta fue su respuesta:
El mejor consejo es no operar, porque va a ser muy, muy volátil y si vas a hacerlo, es realmente importante realizar entradas con muy poco tamaño, porque de verdad va a haber una cantidad brutal de volatilidad, especialmente si se impone el No.
Es una situación de trading muy asimétrica en la que si gana la opción de abandonar la UE va a haber un bajón muy importante, algunos hablan incluso de caídas del 10% en un día. Sin embargo, al mismo tiempo puede resultar muy interesante para operar con cantidades muy pequeñas ya que se podrían registrar oportunidades muy importantes.
Podemos tratar de jugar a adivinar, a apostar, a predecir, pero cualquier cosa que se haga ha de ser siempre con muy poco dinero, ya que, como pasó con el Banco Nacional de Suiza (SNB) todo se va a mover un montón, por lo que es crucial no estar sobreapalancado.
El Brexit afectará hasta el papel higiénico
Al final, un seísmo político como sería la espantada del Reino Unido de la Unión Europea lo condiciona todo y, tal como me dice socarronamente Joaquín Gual, CEO de MasqueTrading.com, “el Brexit va a afectar hasta el papel higiénico”. Por ello, Gual comparte opinión con Boris Schlossberg:
Yo 23 y el 24 voy a estar fuera del mercado. Los grandes acontecimientos solo sirven para limpiar el mercado. Después, una vez producida la noticia y registrados los movimientos, es cuando se puede volver a meter uno. Son días solo para hacer scalping puro y duro; lo demás, ni de broma. Insisto, una vez conocido el dato definitivo, hay que dejar pasar el momento de euforia/descalabro y esperar a después. Y no solo en el cable, en todo en general. El tema es complicado.
En cualquier caso e independientemente del resultado, lo que yo nunca haría sería cambiar mi forma de operar
Un Brexit sería rápidamente recuperable
Para terminar este Foro de expertos, reflejar también la versión más optimista de Eduardo Bolinches, director de Bolsacash, que no ve tan fiero el león como lo pintan.
Todos los que han querido vender, o cuanto menos inmunizar sus carteras, ya lo han hecho. Por lo tanto, si hacemos caso al verdadero referéndum que son las casas de apuestas, el Brexit no saldrá ganador y, por lo tanto, deberíamos ver subidas importantes en los mercados de valores. De hecho, si saliese ganador el Brexit la bajada sería muy especulativa, lo que implica que sería rápidamente recuperable.
Al respecto de si vale la pena operar o no depende totalmente de tu manera de operar, tu sistema de trading no puede ni debe ser cambiado si realmente confías en él.