Por Pinchas Cohen
Como país productor de petróleo, el destino del tipo de cambio del rublo ruso está muy vinculado al precio del crudo, ya que los importadores compran el rublo para pagar el petróleo del país y como Rusia depende mucho de los ingresos derivados de la energía para la mayor parte de su crecimiento económico, sus mercados son más susceptibles que muchos otros mercados a las fluctuaciones de la materia prima.
Para los traders que se especializan en las operaciones con divisas vinculadas a las materias primas, el acuerdo de congelación de la producción ha tenido algunos efectos interesantes. Desde el acuerdo de la OPEP del 30 de noviembre de 2016, el petróleo ha subido un 22,10%, habiendo subido 10,00 USD hasta el 3 de enero de 2017. Durante el mismo período, el dólar canadiense subió un 5,00% mientras que el rublo subió un 25,00 por ciento, cinco veces más.
Es comprensible que el destino de la moneda de Rusia esté vinculado a su principal exportación. También es de esperar que subida del petróleo deba subir de manera paralela al crecimiento de los activos de Rusia, su mercado de valores.
Sin embargo, aunque el índice de referencia ruso, el MICEX, tocó fondo de hecho junto con el petróleo y luego subió con él hasta principios de 2017, desde febrero no ha sido cómplice de los repuntes del petróleo. Tal vez esto pueda atribuirse a las continuas promesas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acerca de impulsar la producción estadounidense, lo que perjudica a Rusia de dos maneras:
- La producción de Estados Unidos hace descender los precios del petróleo y
- La producción de Estados Unidos no anima a aumentar la producción de Rusia
Para muestra un botón: la ampliación de la participación del país en el actual acuerdo de congelación de la producción otros nueve meses.
Divergencia de precio positivo - impulso
Podría haber otros motivos, no obstante. El mercado de valores ruso se considera sumamente infravalorado y hay indicios de que los inversores han ido acumulando sus acciones, especialmente tras la caída del 16,75% registrada desde el 3 de enero. Esto podría estar reflejado en el gráfico de cabeza y hombros que se ha estado formando desde el 10 de marzo, cuando el mínimo del hombro izquierdo bajó de 1.965,23 apareció en el gráfico.
El precio luego registró máximos en 2.072,91 el 23 de marzo. Hasta ese punto, la acción de precio ha seguido su tendencia a la baja desde enero. Sin embargo, después de que el precio registrara mínimos en 1.900,72 a principios de abril, reanudando aun así la tendencia bajista, el índice volvió a tocar techo en 2044,24, cerca de los máximos registrados en marzo y el 6 de abril, cuando se situó en 2.058,11 y la continuación de la tendencia descendente se puso en tela de juicio.
La validez del gráfico de cabeza y hombros— aunque incompleto antes del repunte al alza de la línea del escote, que se da en 2015, se ha visto respaldada por una divergencia positiva. Los estudios de impulso son indicadores relevantes que indican cambios antes de que se reflejen realmente en el precio.
Así, aunque el precio descendió entre el hombro izquierdo y la cabeza, el índice de fuerza relativa, que se puede observar en la zona morada del gráfico, subió. Esto puede ser señal de que los precios están a punto de subir también.
Como puede observarse también, el impulso está llegando a la línea de tendencia alcista, lo que puede sugerir que está a punto de subir y que el precio también está a punto de subir, posiblemente, incluso provocar un repunte al alza.
Estrategias de negociación
• Conservadora: Los traders conservadores en cuanto al riesgo probablemente esperarán no sólo hasta un repunte al alza por encima del escote, que en este punto se observa en el nivel de 2015, sino también un posible movimiento de retorno, ya que el precio volverá a aproximarse al escote, ahora nivel de apoyo. Sólo entonces se posicionarán en largo, con un precio objetivo de 2.130.
• Moderada: Los traders más amigos de un riesgo moderado probablemente se posicionen en largo al superarse el nivel del escote, sin esperar a que haya ni un 65% de posibilidades de que el movimiento se revierta, por si al final no se da, siempre y cuando estén dispuestos a soportar el riesgo de una reversión del movimiento.
• Agresiva: Los traders agresivos comprarán ya, antes de que pase el escote, con un buen repunte al alza.