Dejamos atrás una de las semanas más constructivas del año gracias a las declaraciones y resoluciones favorables de varios factores que han tensionado los mercados el pasado mes de mayo. En primer lugar, y como preveía en el informe de la pasada semana aunque quizás más pronto de lo previsto, la vuelta a la escena de los bancos centrales ha sido determinante y con un mensaje muy dovish, que incluye una posible bajada de tipos de la reserva federal estadounidense, han impulsado a las bolsas a ambos lados del charco. El S&P 500 se impulsó un 4,41% en la semana y el EuroStoxx 50 un 3,00 %. En segundo lugar la decisión de Estados Unidos de suspender indefinidamente los aranceles que tenía previsto imponer a las importaciones desde México, tras alcanzar un acuerdo con el país azteca, ha permitido reducir unos grados las preocupaciones sobre el futuro del comercio mundial ayudó a mantener el buen tono al final de la semana evitando realizaciones de beneficios. Semana también positiva para los bonos que aplaudieron las intenciones de los banqueros centrales llevando a sus Tires a mínimos impensables solo hace unos meses.
El mercado global de bonos ha cerrado la semana con las mayores entradas de dinero en cuatro años. El miedo a la recesión y la expectativa de que los bancos centrales bajen los tipos debido a la debilidad del crecimiento han puesto de moda entre los inversores la deuda soberana. De esta forma las rentabilidades de los bonos soberanos europeos a 10 años cayeron a sus mínimos históricos, excepto en el caso de Italia. Pero no hay que perder de vista que la bajada de tipos a quién beneficia especialmente son a los activos de riesgo cuyas valoraciones van a estar bien soportadas en un entorno de bajada de tipos de interés.
Como si de un cómic o una película de Marvel se tratara los inversores tienen a los bancos centrales como sus superhéroes que van a intervenir cuando la amenaza de un supervillano aceche a la ciudad. Los ciudadanos se sienten protegidos por los superhéroes y les azuzan para que aparezcan cuando las fechorías del supervillano en forma de tweets o tasas arancelarias empiezan a perturbar la vida en la ciudad. La pelea entre Superhéroe y Supervillano siempre deja algún daño colateral pero al final siempre se restaura la ley y el orden volviendo la normalidad a la ciudad. Los acontecimientos que estamos viviendo los últimos meses en los mercados tienen algo de universo Marvel en la que los bancos centrales parecen contar con innumerables poderes capaces de resolver cualquier amenaza que penalice o haga dudar del crecimiento económico global.
En estos momentos los superhéroes han actuado de nuevo y probablemente nos encaminamos a un nuevo periodo de estabilidad en los mercados tanto de renta variable como de renta fija. El soporte que dan a ambos activos las posibles bajadas de tipos va a generar interés en ellos y mantenerlos correlacionados positivamente en una divergencia que ya venimos viviendo desde principios de año y que se solo se corrigió en mayo con las caídas en la renta variable. Nos vamos a tener que acostumbrar a esta situación mientras los superpoderes de los bancos centrales siguen siendo efectivos.
La semana en la que entramos se espera que se mantenga en tono positivo y sirva de consolidación de niveles al calor del acuerdo entre Estados Unidos y México y del mensaje optimista lanzado por los ministros de economía y bancos centrales del G20 que se reunieron en Fukuoka (Japón) el pasado fin de semana. Una de las conclusiones de la reunión de ministros de finanzas del G20 ha sido que el crecimiento global se está estabilizando con la previsión de una recuperación moderada a partir del segundo semestre de 2019. Deberemos estar atentos a los datos de producción industrial en la Eurozona y China, que se conocerán esta semana, cualquier dato que, aunque sea negativo, no empeore el del anterior mes será percibido positivamente por el mercado.