Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda intención…), hasta qué punto era importante tratar de dominar y controlar la PACIENCIA a la hora de invertir en los mercados financieros y de hacer Trading.
Desde nuestra web y desde estos análisis en Investing.com, siempre incidimos en la importancia de gestionar y controlar las emociones (no eliminarlas, sino tratar de “adaptarlas” y convivir con ellas para beneficio nuestro y del saldo de nuestra cuenta), como un elemento básico en cualquier Sistema de Trading.
Precisamente, una de las cosas que más cuesta aceptar es que aprender y obligarse a ser paciente es algo no solamente aconsejable, sino totalmente necesario para conseguir alcanzar nuestros objetivos en nuestra operativa bursátil y alcanzar nuestra meta (la ansiada y bendita consistencia).
Ya dice ese sabio aforismo que puede resumir toda esta idea: “La gente no tiene paciencia en enriquecerse lentamente, y en lugar de ello, las prisas le llevan a preferir arruinarse rápidamente…”.
Algo realmente ilógico, injustificado e innecesario, pero que por desgracia, ocurre con frecuencia: si dicen que “el que espera, desespera”, mucha gente no es capaz de esperar lo suficiente (o más bien no tiene las suficientes ganas de esforzarse, la suficiente motivación, la necesaria disciplina, el auténtico deseo y compromiso de hacerlo de verdad, con todo lo que éso conlleva), y pretende llegar y, de la noche a la mañana y casi automáticamente, dominar los mercados y convertirse en un tráder triunfador y “siempre ganador”.
- Hay que tener PACIENCIA para, como mínimo, molestarnos en adquirir y aprender los conocimientos, las nociones y la formación necesaria para poder desenvolvernos por los gráficos de nuestra plataforma de trading con ciertas garantías de éxito.
- Hay que tener PACIENCIA para después, obligarse a poner en práctica lo aprendido y asimilado, sin prisas y entendiendo que es un proceso lento, e ir desarrollando toda esa serie de hábitos que se precisan y que solamente la experiencia y el realizar muchas muchas operaciones conseguirán implantar en nosotros (e insistimos en que una vez pasada esa fase de aprendizaje inicial, el único modo de entender y “aprehender” la esencia de lo que va todo este mundo del trading y las inversiones, se consigue operando en real, aunque con microlotes, con el mínimo riesgo…)
- Hay que tener PACIENCIA para esperar que se den las señales de entrada que determine nuestro Sistema de Trading (el que hayamos aprendido y el que nos hayamos comprometido a poner en práctica y a llevar a cabo a rajatabla), y no precipitarnos, ni anticiparnos, ni entrar a comprar o a vender antes de tiempo, porque “nos aburramos”, porque “tengamos prisa”, porque el deseo de venganza haga que tengamos que hacer muchas operaciones para compensar las pérdidas del día anterior, o porque el sentimiento de ego y avaricia tras una jornada u operación previa exitosa y triunfal, nos impulse a hacer una nueva operación sin analizar si se ajusta ó no a los parámetros que le exigimos, pretendiendo aumentar nuestras ganancias rápida e impulsivamente.
- Hay que tener PACIENCIA para saber hacer una gestión monetaria correcta (aprovechar las virtudes del “buen apalancamiento”, pero como les insistimos a nuestros alumnos de trading,obligándose a “irse ganando poco a poco el derecho a ir operando con un mayor número de contratos, aumentando el riesgo y la cantidad de modo progresivo, y una vez que vamos dominando las reglas, y controlándonos también a nosotros mismos).
- Hay que tener PACIENCIA para obligarse a MIRAR a los gráficos y a lo que esté haciendo el precio, en lugar de limitarse simplemente a VER lo que creemos que sucede, y así, gestionar pacientemente nuestras entradas, y una vez dentro del mercado, dejar que la operación transcurra hacia dónde tenga que ir, sin prisas por cerrarla si va a nuestro favor ó aún no ha alcanzado nuestro profit u objetivo requerido y las condiciones continúan siéndonos ventajosas al sentido de nuestra entrada, y con valentía para tomar las decisones que haya que tomar.
- Hay que tener PACIENCIA para asumir que, como en cualquier otro ámbito, negocio, o actividad, habrá días buenos y días menos buenos, y no desesperarse porque nos salgan mal las cosas o una serie de operaciones resulten malas durante un determinado periodo, y por contra, tampoco “venirse arriba” rápidamente si encadenamos una racha ganadora durante un tiempo. Cabeza, conciencia y sin miedo, pero con prudencia…
- Hay que tener PACIENCIA para aceptar que por muy tópico y repetitivo que resulte, el Trading es una carrera de fondo, un auténtico maratón, en el que el premio final es algo increíblemente valioso y que merecerá la pena todo el esfuerzo en dedicación, en tiempo, en energía y en ganas y horas empleadas, pero que no se logrará si nos precipitamos, ó si pretendemos que sea un continuo “sprint”, una interminable y agotadora carrera de velocidad.
También es repetir de nuevo lo mismo, pero sigue siendo igual de cierto: ningún buen vino se hace en unas semanas, ningún buen deportista, médico, músico, pintor, cocinero…consigue alcanzar no ya siquiera la excelencia ó la perfección en su campo, sino la solvencia y las habilidades mínimas para entender que después del periodo requerido, al menos son buenos en lo que llevan a cabo y han conseguido tras dicho esfuerzo, aprendizaje y dedicación, ser profesionales eficaces y “hacer bien lo que tienen que hacer”.
Podríamos continuar recalcando la importancia de ser pacientes y de saber esperar y de cómo es necesario primero aprender a sembrar con constancia y dedicación, la misma que emplearemos en ir cultivando la tierra y los gráficos día a día y plantando así nuestra semilla en los mercados.
Pero no hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego. Y también es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece de una vez, date prisa!, porque no le va a servir en absoluto para que su cosecha crezca antes.
En la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno , de la práctica y el aprendizaje continuo y repetido, y que todo ésto requiere tiempo y trabajo.
Quizás por la misma imPACIENCIA, muchos de aquellos que aspiran a resultados a corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando están a punto de conquistar la meta.No es tarea fácil convencer y explicar al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan, aprenden, se aplican y se esfuerzan y dedican a ello de forma perseverante y saben esperar.
Y sirva este precioso cuento oriental como ejemplo de los beneficios de la PACIENCIA y al final, una definición de lo que es el triunfo…
Hace mucho tiempo, dos agricultores iban caminando por un mercado cuando se pararon ante el puesto de un vendedor de semillas, sorprendidos por unas semillas que nunca habían visto.“Mercader, ¿qué semillas son estas?”, le preguntó uno de ellos.“Son semillas de bambú. Vienen de Oriente y son unas semillas muy especiales”.“¿Y por qué habrían sido de ser tan especiales?”, le espetó uno de los agricultores al mercader.“Si os las lleváis y las plantáis, sabréis por qué. Sólo necesitan agua y abono”.
Así, los agricultores, movidos por la curiosidad, compraron varias semillas de esa extraña planta llamada bambú.Tras la vuelta a sus tierras, los agricultores plantaron esas semillas y empezaron a regarlas y a abonarlas, tal y como les había dicho el mercader.
Pasado un tiempo, las plantas no germinaban mientras que el resto de los cultivos seguían creciendo y dando frutos.Uno de los agricultores le dijo al otro: “Aquél viejo mercader nos engañó con las semillas. De estas semillas jamás saldrá nada”. Y decidió dejar de regar y abonarlas.
El otro decidió seguir cultivando las semillas con lo que no pasaba un día sin regarlas ni abonarlas cuando era necesario.Seguía pasando el tiempo y las semillas no germinaban.Hasta que un buen día, cuando el agricultor estaba a punto de dejar de cultivarlas, se sorprendió al encontrarse con que el bambú había crecido.
Y no sólo eso, sino que las plantas alcanzaron una altura de 30 metros en tan solo 6 semanas.
¿Como era posible que el bambú hubiese tardado 7 años en germinar y en sólo seis semanas hubiese alcanzado tal tamaño?
Muy sencillo: durante esos 7 años de aparante inactividad, el bambú estaba generando un complejo sistemas de raices que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después la planta.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos al mismo tiempo que obliga a descartar otros.
Es un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de PACIENCIA perseverancia y aceptación.Si no consigues lo que anhelas, no desesperes….Quizás sólo estés echando raíces.
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Si le ha gustado este artículo y está interesado en escuchar más reflexiones similares a éstas, y saber más sobre la gestión de las emociones en el trading en general, le recordamos que los próximos jueves 3 y 10 de noviembre, a partir de las 17:30 hora española, Gonzalo Germán va a ofrecer una serie de webinarios gratuitos titulados "Psicotrading en la Zona".
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