La Reserva Federal reducirá a partir de enero de 2014 en 10 mil millones de dólares sus planes de estímulo a la economía, que quedarán entonces en 75 mil millones de esa moneda por mes.
Asimismo, anunció que la tasa de interés quedará cercana a cero hasta que por lo menos se cumplan dos condiciones: la primera, y fundamental, teniendo en cuenta el perfil de la nueva presidente de la Fed, Janet Yellen, será que la tasa de desempleo caiga al 6,5%.
La segunda tiene que ver con los objetivos de inflación del organismo, que están fijados en el orden del 2% anual. Superado dicho nivel, o cercano al mismo, la presión para elevar la tasa de interés será muy fuerte.
De esta manera, la Fed parece haberse sacado de encima un lastre importante, cual era dar el primer paso -de varios- que deberá recorrer hasta dejar que la economía marche por sí misma. Se especula con que ello podria ocurrir a mediados del año próximo.
El presidente saliente, Ben Bernanke, paga de algún modo el costo político de la medida, dejando a Yellen el camino libre para seguir adelante con el plan.
El dólar, como era de esperar, pero no sin sufrir bastante apenas conocidos los anuncios, ganó posiciones en varios frentes, aunque cedió en otros.
Lógicamente, el petróleo no dio un solo paso atrás, y las monedas vinculadas al mismo ganaron terreno de inmediato.
Pero hubo dos detalles que llamaron la atención minutos antes de los comunicados de la Fed: la baja del yen y el dólar australiano en simultáneo, como adelantando los movimientos que más tarde se verían en las monedas europeas.
El yen alcanzó un nuevo mínimo de cinco años frente al dólar, pero también ante el euro y la libra. El dólar australiano hizo lo propio, pero con valores mínimos desde agosto de 2010, ratificando su vínculo con el alicaído oro, que ante el crecimiento del dólar no deja de perder posiciones.
La libra Esterlina, algo más moderada y favorecida por fundamentales muy positivos de Reino Unido, no perdió tanto, aunque su baja se notó al finalizar la sesión americana.
Es el comienzo de un ciclo alcista del dólar? al menos es una posibilidad, que hasta la víspera se veía muy difusa. Y si así ocurriera, que suerte correrán las monedas principales? El yen tiene más para perder que para ganar en las próximas semanas, aunque su baja ha sido violenta y casi sin pausas durante todo el año, y no será fácil verlo pasar por 108 unidades.
El euro sí podría ceder con firmeza, al igual que el franco suizo y la libra Esterlina.
Pero, como siempre, lo importante se basa, al menos en términos operativos, en lo que pueda suceder en el corto plazo.
Y en el corto plazo, las divisas europeas están listas para recuperar parte de sus pérdidas de la víspera. El cruce EUR/USD presenta una figura de hombro cabeza hombro invertida, que puede llevar a su precio a la zona de 1,3730 en las próximas horas.
La libra Esterlina, si bien retrocede de otro máximo de dos años que logró en la tarde del miércoles, no cae fuerte y puede ir a buscar la zona de 1,64 nuevamente durante la sesión americana.
El yen, en cambio, se presenta con una tendencia muy marcada a la baja ante el dólar, y el gráfico de 4 horas muestra un triángulo de continuación de la tendencia alcista principal, que puede extender el rally del miércoles a la zona de 104,60/65 en las próximas horas.
La agenda de datos del día incluye como atractivo principal las peticiones semanales de desempleo a las 8:30 del Este. La apertura del NYSE será clave en la dirección que tome el mercado de divisas durante la sesión americana. La bolsa marcará el rumbo, digiriendo las medidas conocidas el miércoles.