La hablaba la semana pasada de los nuevos altos de los principales índices total return del mercado estadounidense como un hito que además confirmaba las ideas que he venido defendiendo desde febrero. Esta semana la ruptura de resistencias clave se extendió a los índices de contado, siempre algo distorsionados debido sobre todo a un pago de dividendos que altera los precios sin que hayan cambiado las expectativas.
¿Tiene eso sentido? Si partimos de que el análisis técnico no es una bola de cristal, que no hace magia, sino que intenta expresarnos por dónde camina el dinero -por sus frutos les conoceréis-, no tiene ninguno. Aceptar esas alteraciones en índices como el Ibex 35 -que paga fortísimos dividendos-, llega a producir que el contado llegue a ser un chisme del que todo el mundo habla pero que tiene poco que ver con lo que un analista técnico debería perseguir. Al menos uno que piense en lo que hace. No muchos, todo sea dicho.
En Europa seguimos padeciendo una brutal divergencia, de la que he hablado varias veces para plantear que no tiene mucho sentido en el proceso de fondo y que hace muy vulnerables a los bajistas. Esta anomalía recuerda en muchas cosas a la vivida entre 2010 y 2012, sobre todo si la comparamos en términos de correlación entre el Euro Stoxx 50 total return y los bonos estadounidenses.
Puede verse como desde 2000 el mercado de renta variable europeo sube sosteniblemente cuando lo hacen los rendimientos de los bonos. Por eso semanas antes del ´brexit´le comenté que lo que estaba pasando en los bonos me inquietaba mucho.
Con la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años hasta los mínimos de 2012, tenemos un área especialmente consistente para intentar un suelo en éstos y, por ende, en los índices de renta variable europea. Justo cuando Wall Street ha roto año y medio largo de lateralidad, por lo que no se puede pedir más en términos de contexto para intentarlo. Ni mejores maneras, porque el T-Note ha propuesto un doble top en precio aunque conserve aún su directriz alcista de aceleración.
Junto al oro, y pese a la recuperación de ayer a última hora derivada del golpe de estado en Turquía, se proponen patrones favorables a la renta variable más allá del muy corto plazo que sugieren que la victoria de la renta variable va camino de ser completa. Con la volatilidad intentando marcar nuevos mínimos, el cobre nuevos máximos, y un crudo bandereando sin perder la base de su canal bajista de corto plazo, no parece haber gran peligro en un eventual recorte de la renta variable; que debiera ser una buena oportunidad para aumentar la exposición.
En el capítulo de las "curiosidades", en la línea de lo que hice en febrero con la regla de los tres días y la de las tres semanas, cabe destacar el movimiento alcista del Russell 2000. No es habitual verlo subir un 10 por ciento en 10 días.
Desde que tenemos datos, 1978, tras producirse este tipo de evento el mercado subió casi siempre tanto durante la semana siguiente, durante el mes siguiente, durante el trimestre siguiente, durante el semestre siguiente y durante el ejercicio siguiente -en este último caso, el más importante en tendencia, decir que la única excepción se produjo durante el mercado bajista 2000/2002.
Hablamos de la casi totalidad de las veces por tanto. Pensará usted que con esto disgusto a @Molina_Jorda definitivamente, que lo cierto ha tirado la toalla a cambio de que pague yo el postre. Yo, que soy de los que está educado en saber perder y saber ganar, he dado por bueno el trato a falta de un 0,8% para que se tocase la zona de `knock out´.
Si el S&P 500 se impulsa de suelo a techo de canal alcista como propuse en febrero, más le vale no volver a intentar llevarle la contra a la manada hasta que nos acerquemos a los 2.600 puntos.