El pasado 4 de marzo dijimos que las acciones rusas estaban "ridículamente" baratas, pero que el momento no era el ideal (nunca lo es) ya que el índice MICEX continuó hacia los mínimos de 1.183 puntos el 14 de marzo.
En aquella sesión, vimos el punto más bajo de la crisis de confianza y el índice, desde entonces, ha recuperado el 23% a partir de estos mínimos. ¿Y ahora qué?
Mientras las acciones rusas siguen muy baratas y peleando con China para llevarse el título del mercado de acciones más barato del mundo, la fiesta de las acciones rusas se ha terminado por ahora.
Con el Micex hoy justo por encima de los 1.450 puntos, el índice se encuentra ahora al mismo precio que antes de la gran caída del 3 de marzo. Dado el descuento de las acciones, de cara al futuro merece la pena dar un paso atrás y pensar en las perspectivas. ¿Es mejor o peor para las empresas rusas?
Con las sanciones económicas sobre Rusia y la baja confianza en el país a día de hoy, que ha causado una reducción de las inversiones, la perspectiva ahora parece peor que hace tres meses.
La prima de riesgo política que existía antes debería mantenerse, pero podríamos argumentar que a corto plazo se podría ver una escalada de las tensiones y las sanciones.
Ante esta suposición y el hecho de que las acciones rusas han recuperado las pérdidas, creemos que la fiesta a corto plazo se ha terminado y los inversores deberían reducir su exposición.
A largo plazo, el mercado de renta variable ruso sigue apoyado en buenas manos, dando a los inversores rendimientos superiores a la media, pero ello requiere una contracción en varias primas de riesgo en la parte superior de la prima de riesgo general de las acciones.
Este podría ser un viaje bastante largo, por lo que a menos que los inversores tengan un horizonte a plazo bastante largo, deberíamos reducir la exposición de Rusia a estos niveles.