Este artículo fue escrito en exclusiva para Investing.com
El momento de las actas de la Fed llegó y pasó. Los inversores parecen tener la impresión de que no hubo sorpresas, al menos a juzgar por el repunte inicial del mercado de valores durante las dos últimas horas de la jornada de negociación del 17 de febrero en Estados Unidos. Pero las actas podrían haber sido más agresivas de lo que parecían, ya que los mercados de bonos parecen haber captado algo que hizo bajar los tipos nominales y con ellos las expectativas de inflación.
Aunque puede que las probabilidades de una subida de tipos de 50 puntos básicos sean menores tras las actas, la pregunta más importante es: ¿eso importa? Porque las actas parecen dejar claro que la Fed subirá los tipos de interés y que planea reducir el volumen de su balance.
A la Fed hay que tomarla en serio
Tras las actas de la Fed, las expectativas de inflación empezaron a desmoronarse después de haber subido de forma constante tras conocerse la lectura del índice de precios al consumo (IPC) del 10 de febrero, que fue más elevada de lo esperado. Tras el informe del IPC, las expectativas de inflación a 5 años volvieron a subir, pasando del 2,72% al 2,78%. Dichas expectativas siguieron aumentando, alcanzando casi el 2,91% el 15 de febrero. Esta es la cifra más alta que se ha alcanzado desde principios de enero.
Aunque esas expectativas ya habían empezado a bajar, sufrieron un notable descenso tras la publicación de las actas, pasando del 2,86% al 2,79%. La fuerte caída podría indicar que el mercado de bonos cree que la Fed se toma muy en serio la subida de tipos y la reducción del balance para combatir la inflación.
¿Se matará el crecimiento en el proceso?
Aunque eso nos dice que el mercado se toma en serio las actas, puede que la disminución de esas expectativas de inflación sea más reveladora, y que los tipos nominales sean los que lastran esas expectativas. Eso podría indicar que las expectativas de inflación están cayendo porque los inversores creen que la Fed va a apretar demasiado, frenando el crecimiento económico de forma drástica.
Si las expectativas de inflación descienden debido a la preocupación en torno a que la Reserva Federal se sobrecargue y la economía se ralentice, es probable que la curva de rendimiento continúe aplanándose, con las acciones a corto plazo subiendo más rápido que las acciones a largo plazo.
Aunque los bancos podrían ser uno de los grupos que se beneficien de la subida de tipos, probablemente se vería compensado por las preocupaciones en torno a un crecimiento económico más débil y una curva de rendimiento más plana. Por lo tanto, los bancos serían uno de los grupos de valores que se comportarían mal si esa es la opinión generalizada de los inversores.
En busca de pistas
Esto hace que sea fundamental estar al tanto de cómo interpreta el mercado el futuro de la política monetaria de la Fed, no sólo para los valores bancarios, sino para todos los valores. Si la percepción comienza a inclinarse más hacia un ajuste excesivo por parte de la Fed, provocando una desaceleración económica muy severa, probablemente lastraría fuertemente las acciones en general. Según las previsiones actuales sobre el PIB de la Fed de Atlanta, el crecimiento del primer trimestre sólo se sitúa en el 1,3%. La Fed no puede permitirse frenar demasiado la economía sin arriesgarse a una posible recesión.
Las próximas semanas antes de la reunión del FOMC del 16 de marzo serán fundamentales para determinar el pensamiento del mercado. Si las expectativas de inflación siguen cayendo, presionadas por los tipos nominales, y las acciones de los bancos se resienten, sería un indicio bastante claro de que el mercado se está preocupando mucho por la posibilidad de que la Fed acabe con toda la economía en el proceso de frenar la inflación.