- El precio del oro y la playa sigue cayendo
- Los productos de oro negociados se sitúan en los niveles más bajos desde septiembre de 2008
- Las apuestas bajistas en el oro son las preferidas
El oro (1.147; -1,8%) y la plata (15,35; -4%) fueron golpeados a la baja durante la última parte de la sesión asiática. La debilidad renovada llegó justo después de un par de días de consolidación, donde el oro trató de alcanzar el mínimo previo en 1.180 dólares por onza, aunque fracasó.
Esto nos ofrece una indicación de cómo de negativo es el sentimiento en este sector, que hasta ahora ha perdido más del 7% durante la semana pasada.
La ruptura por debajo de la zona de 1.158 dólares por onza, que ahora es zona de resistencia, atrajo nuevas ventas con más de un millón de onzas negociadas en el mercado de futuros en cuestión de minutos. El dólar se dirigió al alza durante la sesión asiática, pero este no parece haber sido el detonante.
El total de tenencias en los productos negociados fueron respaldados por la caída del oro físico en 3.65 toneladas ayer, mientras que las tenencias en el SPDR Gold Trust (ARCA:GLD) , el mayor ETF, cayeron un 0,3% hasta 738,8 toneladas, el menor nivel desde septiembre de 2008 cuando vimos la caída de Lehman Brothers.
Las principales víctimas de las caídas continuadas han sido las compañías mineras de oro, donde los beneficios continúan erosionándose. Muchas de las principales compañías de este sector llegaron a un gran acuerdo de deuda para expandir operaciones y adquisiciones durante los años del "boom" que terminó fuertemente a finales de 2011.
Desde entonces, estas compañías han estado fuertemente bajo presión ya que sus operaciones se orientaron hacia precios mucho más altos de lo que hemos visto ahora.
De acuerdo con un artículo de Bloomberg, un analista estima que alrededor de un tercio de la producción mundial se ha convertido en flujo de caja negativo ya que el precio se acercó a los 1.200 dólares por onza.
Si el precio cae por debajo de los 1.100 dólares por onza, se espera que muchas empresas más débiles, sobre todo los productores junior, comenzarán a reducir la producción de sus minas de alto coste. Un recorte en la producción ayudaría en última instancia a equilibrar el mercado y crear un suelo, pero esto podría tardar meses en producirse.
Hasta ese entonces, con el momentum negativo y los gráficos aún sin mostrar ningún nivel de soporte importante antes de los 1.090 dólars y, especialmente la zona de 1.000, las apuestas bajistas son las preferidas en estos momentos. Sólo la ruptura de nuevo por encima de los 1.200 dólares por onza indicaría que esta derrota actual sigue su curso.