El próximo viernes conoceremos la Balanza de pagos de 2011, para la que estimamos que en lo que se refiere al saldo de la Cuenta Corriente, se registre un déficit de 0.8% del PIB, muy reducido y sin riesgos de financiamiento. Los déficits tan acotados de la Cuenta Corriente son consistentes con una demanda interna que se recupera relativamente menos intensamente que la externa, lo que supone un mayor dinamismo de exportaciones que de importaciones. Adicionalmente, las
exportaciones petroleras se vieron beneficiadas por altos precios del petróleo buena parte del año pasado y la depreciación del tipo de cambio experimentada en los últimos meses del año también ha de haber contribuido a mantener el saldo externo deficitario reducido. En cuanto al financiamiento, la entrada de flujos de inversión extranjera directa permiten cubrir sobradamente el déficit externo,y la entrada de los de cartera, favorecen la acumulación de reservas. Esperamos
que el saldo de la Cuenta Corriente se vaya ampliando con la recuperación de la demanda doméstica mexicana, pero lo limitado de su ritmo, el régimen de tipo de cambio flexible y la certidumbre de que el sector público se endeudará muy moderadamente con el resto del mundo hacen confiar en la falta de problemas de financiamiento externo. de nuestro país.