Una de las razones por las que las materias primas han vuelto con fuerza en el plazo de un año después de la crisis financiera ha sido la idea de que la gran intervención pública ha tenido éxito a la hora de reducir la incertidumbre y los riesgos sistémicos del sector financiero. Si la Crisis Financiera versión 2.0 tiene lugar bajo el mandato de Donald Trump, tendremos suerte de haber conseguido eso.
La propensión del presidente de Estados Unidos a la formulación de políticas sobre la marcha en su cuenta de Twitter es una de las principales fuentes de inestabilidad del mercado ahora mismo. Desde los tuits diciéndole a la OPEP que haga esto o lo otro con el petróleo, a la constante presión a la Reserva Federal para que baje los tipos de interés, Trump ha sido un comodín como ningún otro en los mercados, el de materias primas incluido.
Ha vuelto a estar en su elemento este domingo cuando escribió en Twitter que subiría los aranceles sobre 200.000 millones de dólares en productos de China antes de finales de esta semana y que pretende imponer otros cientos de miles de millones muy "pronto", pues le han molestado mucho los intentos de China de lastrar el acuerdo comercial entre ambos países y "renegociar" lo que ya se había acordado estos últimos cinco meses. Desde el alto el fuego de los aranceles en noviembre entre ambas partes, se han celebrado varias rondas de negociaciones durante las cuales ambos Gobiernos hablaron de la posibilidad de un acuerdo.
El movimiento de Trump impulsa mucho el riesgo a la baja para el petróleo, el cobre y la soja
Por lo tanto, la última bola curva que Trump ha lanzado a China aumenta considerablemente el riesgo a la baja de los precios del petróleo, del cobre y de la soja, de los que China es un gran consumidor. Los precios del crudo y la soja cayeron un 2% durante la jornada de negociación de este lunes en Asia, mientras que el cobre perdió más del 1%, uniéndose al descenso general, liderado por la caída de 450 puntos del Dow de Wall Street y del 5% en los mercados chinos.
Sabiendo lo volátil que es Trump, podría salirnos con un tuit tranquilizador sobre China dentro de un día o dos, particularmente si los negociadores chinos consiguen convencer a sus homólogos estadunidenses de que van en serio con lo de firmar un acuerdo que al presidente le va a gustar.
Además, el equipo de Trump podría realizar un control de daños —el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, ya dio a entender el domingo que el presidente pretende conseguir que los chinos avancen más rápido hacia un acuerdo, en lugar de cumplir sus amenazas de castigarlos. Estas medidas compensatorias podrían volver a poner en pie los mercados, que recuperarían todo lo perdido antes de concluir la semana.
Sin embargo, si nada de esto pasa y los mercados siguen agitados, con el discurso de Trump contra China, el crudo del West Texas Intermediate de Estados Unidos seguramente se desplome hasta registrar mínimos por debajo del nivel de apoyo de 60 dólares por barril, su cota más baja desde marzo.
Cuanto más duren las amenazas de los aranceles, peor para las materias primas
Esa alternativa podría no ser del todo mala para Trump, teniendo en cuenta que ha estado intentando bajar los precios del petróleo desde hace algún tiempo, después de que su decisión de doblar las sanciones sobre las exportaciones de crudo iraní no provocara como respuesta el aumento de la producción que esperaba Arabia Saudí. En todo caso, la última medida de los saudís para sacar los dólares de las refinerías asiáticas y buscar barriles de crudo iraní como reemplazo, es una prueba de que no tienen ninguna intención de cumplir los deseos de Trump de bajar los precios del petróleo de Estados Unidos antes de su campaña de reelección de 2020.
La semana pasada, el precio oficial de venta del crudo pesado de Arabia Saudí para junio se situó cerca de máximos de ocho años, pues el país trata de revitalizar los mercados mundiales de crudo debilitados por un inesperado aumento de las reservas de crudo de Estados Unidos desde marzo.
En cuanto al cobre y la soja, cualquier fracaso de las negociaciones comerciales está abocado a zarandear aún más sus precios.
Durante casi un año, los alcistas del cobre han estado esperando que los futuros del metal rojo superen el nivel de resistencia de 3 dólares por libra en el Comex de Nueva York.
Las previsiones técnicas diarias de Investing.com asignan una calificación de "fuerte venta" a los futuros de cobre Comex, pronosticando un nivel de apoyo de 2,699 dólares por libra, frente a los 2,819 dólares al cierre del viernes.
Los futuros de soja registran mínimos de ocho meses por fanega en 8,2238 dólares este lunes. En lo que va de año, han descendido un 7,5%; se espera que el déficit alcance los dos dígitos en verano, sin un acuerdo entre Estados Unidos y China.