Si bien el volumen de operaciones es menor en un día que será festivo en Estados Unidos (se conmemora el Día de Acción de Gracias), los movimientos de las divisas principales son fuertes y vale la pena analizarlos.
El yen sigue quebrando mínimos de varios meses ante el dólar, en un rally bajista que la moneda nipona anunciaba desde inicios de año, cuando el entonces nuevo Primer Ministro japonés Shinzo Abe advirtió de la necesidad de devaluar la moneda local.
En verdad la baja del yen se viene pronunciando desde antes de su asunción, más puntualmente desde octubre de 2012, y promete seguir, no sin correcciones por supuesto, hasta la zona de 110 en los próximos meses.
Allí, el yen encontraría una zona de equilibrio que le permitiría a las empresas exportadoras japonesas revertir años de pérdidas por falta de competitividad, y al gobierno local buscar con mayor seguridad una meta de inflación cercana al 2% anual. Japón aparece, de cara a 2014, como el país que puede ayudar en forma decisiva a la economía global a dejar atrás definitivamente la crisis de 2008.
Yendo a la estricta actualidad, el yen puede recuperar algunas posiciones, tomando en cuenta su alto nivel de sobreventa, no solo ya ante el dólar, sino también ante el euro y la libra Esterlina.
Precisamente, la fortaleza que en estas horas presentan las divisas europeas, sumado a la debilidad del yen, han llevado a sus cruces a máximos de varios años: el euro está a punto de quebrar su máximo de 2009 ante la divisa nipona con solo superar 139,20, en cuyo caso alcanzará su valor más alto desde octubre de 2008, cuando en plena explosión de la crisis las monedas europeas se desplomaron y dieron lugar a un fortalecimiento del yen buscado como refugio.
A máximos de octubre de 2008 justamente es que llegó la libra Esterlina ante el yen. La libra, sin muchas estridencias, logró además tocar su valor más alto frente al dólar desde agosto de 2011 en las últimas horas. Y mientras esto sucede, el Gobernador del BoE, Mark Carney, anuncia un panorama mucho más positivo para la economía británica que en los últimos meses, lo cual podría fortalecer aún más a la libra de cara al corto plazo.
En tanto, el dólar australiano se aleja de sus mínimos de septiembre, que tocó en la víspera, y aunque aún se muestra débil podría recuperar algunas posiciones durante lo que queda de la semana, luego de que una estadística de inversiones privadas mostrara que en octubre las mismas crecieron por encima de lo esperado.
Y no mucho más por el momento. Le quedan unas horas de actividad al día, y el viernes será muy similar. En todos los casos, las operaciones de corto plazo y bajo riesgo son las recomendables.