Las alertas de un posible conflicto bélico entre Estados Unidos e Irán mantienen en alerta a los inversores del mercado del petróleo. El petróleo ha aumentado debido a que la creciente tensión generó preocupación porque podría haber interrupciones en los flujos de energía a nivel mundial. Mientras, la OPEP ha decidido retrasar su reunión del 25 de junio al 1 de julio. Un día después, el 2 de julio, tendrá lugar la reunión de la OPEP con los socios que se han sumado a su programa de recorte de producción (este retraso permitirá que la OPEP y países como Rusia debatan la renovación de su acuerdo una vez conocido el resultado de la cumbre del G20). Los efectos de las disputas comerciales entre USA y China han tenido también un notable impacto en la evolución del precio del petróleo. Desde que comenzó el año la previsión de un acuerdo que pusiera fin a las tensiones contribuyó a acelerar la escalada del petróleo por encima de los 75 dólares por barril a finales de abril. Desde entonces, las caídas se han impuesto.
Veamos algunas compañías españolas y divisas que están correlacionadas con el petróleo o que se ven afectadas por su evolución:
Técnicas Reunidas (MC:TRE): Cerró el 2018 con un beneficio neto de 14,4 millones de euros, que supone un descenso del 75% respecto al año anterior. En este retroceso ha influido la fuerte depreciación de la lira turca y el hecho de que no se iniciaran proyectos en las áreas de petróleo y gas en 2017. Para 2019, la compañía espera un crecimiento de la cartera de pedidos en línea con una mayor cifra de licitaciones y unas ventas estables.
Se espera un pago de 0,484 euros por acción en concepto de dividendo (rentabilidad en torno al 2%), para ello hay que tener los títulos en cartera al cierre del martes 9 de julio de dicho mes.
Le favorece un petróleo elevado, de manera que si el precio del crudo cae y se debilita es una mala noticia para la compañía española.
Su salida del Ibex 35 le está afectando. De momento conviene tener paciencia. Una posible zona de compra podrían ser los 20,74 euros en el caso de que llegase. Su precio objetivo ronda los 27 euros.
Repsol (MC:REP): Mañana viernes 28 de junio finaliza el plazo para solicitar la retribución en efectivo de 0,505 euros por acción. El 4 de julio termina el periodo de negociación de los derechos, que dan opción a una acción gratis por cada 28 derechos. El pago del dividendo en efectivo se producirá el 8 de julio y las nuevas acciones cotizarán el 22 de ese mes.
Su generación de caja es una de sus principales armas. La hoja de ruta de la petrolera hasta el año 2020 se basa en un barril de petróleo a 50 dólares, actualmente el Brent se encuentra en 65 dólares, de manera que le favorece.
Mantenerse por encima de los 13,58 euros implica ausencia de debilidad, perder esta referencia podría traer recortes.
Zona de soporte como opción de rebote al alza en los 13,26 euros.
IAG (MC:ICAG): Presenta una rentabilidad por dividendo del 5,6%. El 8 de julio pagará, por un lado, 0,165 euros en concepto de complemento, y, por otro, 0,35 euros como pago especial. En total, 0,52 euros por acción. El último día para poder tener las acciones en cartera que den derecho a estos pagos es el 3 de julio.
El 17 de junio, la aerolínea alemana Lufthansa (DE:LHAG) anunció su segundo profit warning en en dos meses (revisión a la baja de las estimaciones de resultados) y lastró a todo el sector.
Los inversores están vendiendo ante todos los elementos de incertidumbre: guerra de precios, desaceleración económica a nivel global (cuando hay que apretarse el cinturón la tijera siempre se empieza metiendo al turismo), subida del petróleo, guerra comercial, el Brexit (la compañía obtiene un 32,7% de sus ingresos anuales en Reino Unido, unos 7.980 millones anuales, por lo que es una de las aerolíneas más expuestas al Brexit).
Por todo ello cae en el año en torno al -28%. Es cierto que está bajista y fácilmente podría seguir débil, pero es la empresa más barata del Ibex 35 en términos de PER, de manera que para una cartera con un horizonte a medio-largo plazo resulta interesante, pero no entrando ahora de lleno comprando, sino escalonando las compras, poco a poco.
Respecto a divisas, vamos a centrarnos en tres:
La corona noruega: Noruega es el mayor exportador de crudo de toda Europa, y depende mucho del sector de la energía. Por tanto, la caída del petróleo perjudica negativamente a la divisa noruega y le resta al PIB del país, lastrando las perspectivas de crecimiento y haciendo que el objetivo de inflación cada vez resulte más complicado de alcanzar.
Mientras que la mayoría de los bancos centrales están discutiendo recortes de tasas o nuevos programas de flexibilización cuantitativa en medio de un crecimiento global más débil e incertidumbre política, el banco central de Noruega está subiendo sus tasas por tercera vez en un año.
Debido a que sube tasas de interés y que el petróleo rebota al alza, USD/NOK está bajista y acercándose a su soporte de 8,4248.
El Dólar canadiense: Está correlacionado con el petróleo, ya que Canadá es uno de los mayores productores de crudo a nivel mundial y destaca por sus reservas y producción. Tiene la segunda reserva de petróleo más grande del mundo, sólo por detrás de las de Arabia Saudí. Además, el petróleo cotiza en dólares por lo que se establece una relación inversa entre el billete verde y el petróleo, por lo que una bajada de los precios del petróleo favorece a USD/CAD y una subida del crudo perjudica a USD/CAD.
Se está acercando a su fuerte soporte de 1,3090 donde seguramente habrá inversores esperando para aprovechar un presunto rebote al alza.
La moneda rusa, el rublo, es uno de los principales afectados por la caída del petróleo. También la Bolsa rusa se ve seriamente afectada, entre otras razones porque merma buena parte de los ingresos del país.