Días malos en el trading han habido muchos. Al principio, casi todos. Ya no por un tema económico, pues por suerte siempre tuve muy claro que debemos empezar con cuentas pequeñas, pero si a nivel de gestión emocional.
Un mal día de trading no es un día que pierdes mucho dinero, sino un día en que pierdes la confianza en ti mismo, en que te saltas las normas y llegas a quemar tu cuenta. No tu cuenta real, sinó tu cuenta emocional.
Esos días son muy difíciles de llevar. Acaba la sesión y entonces te das cuenta del desastre que has hecho. Y lo peor de todo no es ese día, es lo que llega después.
Las malos días de trading nunca llegan solos. Al día siguiente vas a querer compensar lo que ha pasado el día anterior (recuerda lo que he repetido cientos de veces, en trading no se recuperan pérdidas, se generan nuevas ganancias).
Esos días son muy peligrosos pues aún no estás recuperado a nivel mental de lo que ha pasado en la sesión previa, y los sentimientos de venganza son los que dominan tu operativa.
En el siguiente vídeo encontrarás algunos ejemplos de malos días de trading y que podemos hacer para afrontar los siguientes días de operativa.
Es normal que vengan estos malos días. Y seguirán volviendo. No vamos a cambiar de la noche a la mañana. Pero lo más importante es que cada vez pase más tiempo entre esos días, hasta que llegue un punto que desaparezcan completamente.