Uno de los temores expresados a raíz del fiasco político en el asunto de Bo Xilai, fue que la formulación de políticas podría quedar paralizada por un tiempo. Sin embargo, a juzgar por algunos de los anuncios de las últimas semanas, parece que el liderazgo de China sigue decidido a seguir adelante con su programa de reformas.
La decisión de duplicar la banda de fluctuación diaria del yuan al 1% es a la vez audaz y encomiable dado las señales recientes de que la economía se está debilitando. Por otra parte, el anuncio es muy oportuno, las expectativas relativas a la dirección del yuan en los próximos trimestres es ahora mucho más equilibrada, y el dólar está en la demanda. De hecho, los contratos forward a 12m para el yuan esperan que la moneda se deprecie. Además, una mayor flexibilidad del yuan, sin duda, aplacará a los líderes internacionales en las próximas reuniones del FMI y el G-20. En última instancia, la ampliación de la banda de cotización es otro paso más hacia la convertibilidad que China necesita dar para alcanzar el status de moneda de reserva adecuado.
Hace dos semanas, la CSRC (Comisión Reguladora de Valores de China) aumentó las cuotas de los gestores que invierten en bonos y acciones chinas hasta 80 mil millones USD desde 30 mil millones USD. Tanto el aumento del límite en el trading de yuanes como el de las cuotas de inversión probablemente aumentarán la demanda de los bonos dim-sum y, a su vez, contribuirán a una mayor demanda de la moneda.