No hay muchas empresas que pueden presumir de ser tan potentes como Alphabet (NASDAQ:GOOGL), sociedad matriz de Google. La incomparable superioridad se hizo evidente la semana pasada cuando la Unión Europea le asestó una multa récord de 5.000 millones de USD por cuestiones de competencia y sus acciones apenas se movieron.
La multa llegó unos días antes de que Google publicara sus informes de resultados trimestrales tras el cierre de este lunes. Los pronósticos de los analistas apuntan a un beneficio por acción de 9,66 USD y unos ingresos de 25.580 millones de USD.
Los reguladores antimonopolio de la EU concluyeron que la compañía, cuyo software de Android habilita más del 80% de los smartphones del mundo, empuja a los consumidores a su motor de búsqueda, poniendo en una posición de desventaja a los motores de búsqueda y desarrolladores de aplicaciones rivales. La multa representa alrededor del 40% del beneficio neto de Alphabet del año pasado y menos de un 5% de los 102.000 millones de USD en efectivo e inversiones a corto plazo que Alphabet tenía en su haber el trimestre pasado.
La compañía dijo que señalaría una nueva línea de gastos operativos en su declaración de la renta del segundo trimestre para reflejar este cargo. Google va a apelar la sentencia, pero ese dinero se mantendrá en una cuenta de haberes hasta que se alcance una decisión final. Cuando los ejecutivos de Google anuncien los resultados, podríamos conocer más detalles sobre si esto va a ser un problema a medio plazo. Pero a corto plazo, el impulso de las ganancias sigue siendo fuerte.
No sudemos con el aumento del gasto, hay optimismo a largo plazo
Una de las áreas principales donde los inversores quieren ver una mejora es el creciente coste de las operaciones de Google. En el primer trimestre, los gastos de capital se casi triplicaron hasta 7.700 millones de USD; la compañía intentó igualarse a sus rivales en los ámbitos de computación en la nube y consumo de dispositivos. Este incremento del gasto está ejerciendo presión sobre los márgenes y poniendo nerviosos a algunos inversores a corto plazo (que no tienen paciencia para esperar a que inversiones den sus frutos).
No creemos que esa tendencia se revierta en un futuro próximo. La empresa aún no ha construido capacidades de crecimiento futuro y tiene que seguir diversificando su base de ingresos, ahora centrada exclusivamente en la publicidad digital, que sigue representando más del 86% de las ventas totales.
Actualmente en unos 1.200 USD, las acciones de Alphabet han subido un 25% durante el año pasado, lidiando con éxito con la extrema volatilidad que observamos este año en los mercados. Este retorno es casi el doble del que reportó el S&P 500 durante el mismo período.
El aumento del gasto de Google es algo positivo a largo plazo. Los motores de crecimiento tradicionales de Google a través de su búsqueda móvil siguen siendo indiscutibles, mientras que YouTube y la publicidad programática han indicado un robusto crecimiento. Esto sucede en un momento en que la empresa está invirtiendo fuertemente en las futuras áreas de crecimiento, tales como los vehículos autónomos, el Internet de las Cosas y la computación en la nube. No creemos que sea el momento perder la confianza en esta gran empresa, que está trabajando a toda máquina.