¿La economía estadounidense entró en recesión? Según la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER) la respuesta es no, pero seguramente cuando se revise se pueda confirmar que se está cerca de ello. En cambio, Bloomberg Economics dice que ya estamos en recesión.
Esto, por supuesto, pondría final a la expansión económica más larga de la historia con 128 meses de crecimiento y un aumento del 50% del producto interior bruto nominal durante estos diez años. Estaríamos ante la decimotercera recesión desde la Segunda Guerra Mundial, con una recesión media de 11 meses de duración, y la más corta de la historia de sólo seis meses en 1980. Pero por muy malos que sean los datos en el segundo trimestre, gracias al estímulo monetario y fiscal sin precedentes, una vez se pase lo peor de la pandemia la recuperación debiera de llevar un buen ritmo y no se podría descartar que la recesión fuese corta y durase máximo seis meses, lo que la convertiría en la recuperación más rápida de la historia.
Pero no sólo la cuestión de una recesión debería de preocuparnos. Recordarán que en 2008 tuvimos las hipotecas subprime. Pues bien, no aprendemos del pasado, ahora tenemos los CLO, unos bonos creados por los bancos de inversión para desprenderse del riesgo de la avalancha de préstamos a empresas que han concedido en los últimos años. Para entenderlo, los tipos muy bajos inundaron el mercado de liquidez e hizo posible que todas las empresas pudiesen acceder a créditos históricamente baratos. Los bancos que se los conceden no quieren asumir solos el riesgo de prestar a empresas que en muchos casos son débiles ante turbulencias financieras. Y por ello los venden a grandes fondos, que trocean estos préstamos y empaquetan cada una de esas partes junto a otros préstamos similares en unos bonos llamados CLO que venden a vehículos de deuda y hedge funds. Por tanto, el gran temor es que asistamos a una serie de impagos como ya sucediera con las hipotecas subprime en EE.UU., y es que si se produce un impago masivo, el sistema financiero mundial volvería a tambalearse.
Vayamos a los mercados. Sabemos que el primer trimestre no ha tenido precedentes asistiendo el S&P 500 a su caída más rápida en la historia llegando a alcanzar -33,9% desde el 19 de febrero hasta su mínimo del 23 de marzo, tan sólo 23 días de negociación. Menos mal que veníamos de un 2019 donde se subió un +31,5% y que en el presente año hasta el 19 de febrero subía un +5,1%). De todas maneras, decir que los años de grandes bajadas son poco habituales. De hecho, desde 1950, el S&P 500 ha caído más del 15% sólo cuatro veces (1973-74, 2002, 2008).
El S&P 500 ha subido por tercera vez en cuatro días, cerrando una gran semana con subidas de +12% en lo que es su mejor semana desde octubre de 1974 (mañana es festivo en Wall Street), con una subida del 12%. El Dow Jones ha subido un +26% desde los mínimos de marzo, aunque no es algo insólito, el Dow ha tenido un buen número de episodios similares durante la Gran Depresión. Ha ayudado el viernes que la Reserva Federal anunciase más medidas y proporcione una buena inyección de dinero justo cuando los datos mostraban que el número de solicitudes de subsidio de desempleo aumentó por tercera semana.
De momento, en el S&P 500 estamos ya en el 50% de retroceso de toda la caída. Suele ser un movimiento acción-reacción tras una fuerte y rápida caída. Pero también suele llevar luego más caídas de nuevo. De manera que hay que tener cuidado.
Así las cosas, el sentimiento semanal de los inversores (AAII) queda de la siguiente manera:
* Alcistas: 36,6% (+2,4% respecto la pasada semana).
* Neutros: 18,7% (+2,7% respecto la pasada semana).
* Bajistas: 44,7% (-5,1% respecto la pasada semana).
Cuatro apuntes a tener en cuenta:
- Respecto a la volatilidad (Vix), si vemos su evolución desde 1990, se puede extraer una idea: casi siempre alcanza su máximo mucho antes de que el mercado bajista registre su mínimo final. Las únicas dos excepciones se dieron después de los ataques terroristas del 11 de septiembre y en 1998. En esos dos casos, el máximo del Vix llegó el mismo día que el mínimo del mercado bajista. Aparte de esas dos excepciones, el tiempo promedio de espera del pico del Vix hasta el mínimo del mercado bajista fue de 90 días. Si hiciésemos un cálculo teórico, si el Vix hubiese alcanzado un pico el 16 de marzo, el mínimo de la caída de los mercados sería como muy tarde el 14 de junio. Insisto, de momento es una mera conjetura.
- Atendiendo a la historia, el S&P 500 tardó 7,5 años en volver a los niveles previos a la crisis del petróleo de 1973, mientras que la recuperación de la burbuja de las punto.com en 2000 no llegó hasta 7,1 años después. Tras la última crisis financiera, el índice recuperó los niveles perdidos en julio del año 2013, unos 5,3 años después del crack de marzo de 2009.
- En cuanto a los dividendos, un número creciente de inversores han recurrido a los dividendos para obtener ingresos en los últimos años, ya que los rendimientos de los bonos se han hundido. Las cifras muestran que los dividendos se redujeron a menudo durante las crisis, aunque no siempre y no en gran medida. Ha habido 10 mercados bajistas desde 1948, excluyendo el actual (definido por un descenso del 20% o más). En cinco de ellos, los dividendos siguieron aumentando. En cuatro de los cinco restantes, los dividendos disminuyeron, pero los recortes no fueron muy drásticos. El promedio de tiempo que tardaron los dividendos en volver a su máximo anterior, fue de 2,5 años. Uno de los casos más recientes fue cuando los dividendos disminuyeron un 24% durante la crisis financiera de 2008 y tardaron cuatro años en recuperarse hasta su punto máximo anterior a la crisis.
- Históricamente, el mercado de valores toca fondo mucho antes que la economía. El S&P 500 ha tocado fondo unos 5 meses de promedio antes de que las recesiones se consideraran terminadas. Sólo la recesión después de la burbuja tecnológica de hace 20 años vio el fondo del mercado de valores después de que la recesión terminara, y eso fue probablemente debido a las valoraciones excesivas que se acumularon durante los últimos años de la década de 1990.