El comportamiento positivo de las bolsas, tras la publicación del esperado dato de creación de empleo en EE.UU. del pasado viernes, ha puesto al descubierto una nueva lectura de los datos macro que es favorable al mercado. Es el optimismo contenido. En EE.UU. se han creado 559.000 empleos muy por encima de los 278.000 de abril, pero por debajo de los 650.000 empleos que se esperaban. Este dato positivo, pero no tanto, es el equilibrio que favorece al mercado. Este dato que genera un optimismo contenido sobre la recuperación económica supone la reducción de las presiones sobre la FED para reducir estímulos, da estabilidad al mercado y no compromete las valoraciones actuales, que descuentan una continuada recuperación económica.
Este optimismo contenido benefició también a la deuda, cuyos intereses exigidos se han recortado esta semana. La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años cerró la semana en el 1,55% y el Bund alemán en -0,21%. En el terreno de la renta variable, el balance positivo semanal llevó al STOXX 600 europeo y al DAX alemán a máximos históricos.
Tenemos ya una referencia de lo que deberíamos esperar de los datos macro para que no regrese la volatilidad a los mercados. Este tono de optimismo contenido debería ser el que el BCE debería transmitir en su rueda de prensa, tras la reunión de tipos del próximo jueves. No se esperan cambios en la hoja de ruta por lo que el mercado va a valorar será el mensaje que su presidenta Christine Lagarde transmita en la rueda de prensa posterior.
La recuperación económica tras la pandemia no es una recuperación económica al uso, sino un brusco reseteo después de un año inusual. Esto hace muy difícil pronosticar correctamente las magnitudes macro (PIB, IPC, etc…) y es por lo que se generan dudas sobre las decisiones que puedan tomar los bancos centrales sobre sus programas de estímulo. Unos datos macro especialmente buenos puede cambiar el escenario de base sobre el que trabajan las autoridades monetarias y obligarles a echar marcha atrás en sus políticas monetarias actuales, expansivas y de tipos bajos. Esto supondría la pérdida de un soporte importante para los mercados, que están acostumbrados a vivir con una red de seguridad por debajo. Los pasos sobre el alambre de cualquier funambulista se hacen menos firmes y más inseguros sin una red por debajo, a pesar de ser un gran profesional.
Por lo tanto, es especialmente importante que los datos macro ofrezcan esa lectura de optimismo contenido para mantener un buen tono en los mercados, pero también es importante que los bancos centrales transmitan la misma lectura en sus declaraciones. Esto nos asegura que las medidas de normalización monetaria llegaran de una forma pausada y cuando el funambulista haya asimilado que le va a tocar trabajar sin red de seguridad.
Otro de los datos importantes que se publica la semana entrante es el dato ZEW de confianza inversora en Alemania. Se espera un nivel de 72, un dato especialmente alto y refleja que la inversión en Europa ha aumentado su atractivo. Ha aumentado considerablemente el flujo de capitales que está entrando los últimos meses en la bolsa europea. En mi análisis de la semana del 22 de noviembre de 2020, titulado “Bolsa europea y bonos verdes en las carteras” ya sentaba las bases de porqué Europa contaba con muchos boletos para ser relevante este 2021.