Todos entendemos por qué el oro es valorado. Ha sido utilizado por miles de años, su oferta tiene un límite natural, es homogéneo y no se degrada con el tiempo.
El problema con el oro es que es voluminoso, pesado y difícil de dividir. Esto lo hace poco práctico como medio de intercambio: no puedes llevar un trozo de oro al supermercado y limarlo para obtener la cantidad exacta que tienes que pagar. Y no puedes enviar oro a través de internet.
Históricamente, para usar el oro como medio de intercambio ha sido necesario convertirlo en monedas acuñadas, que pueden diluirse causando inflación, o cambiarlo por billetes, que pueden imprimirse sin límites, causando inflación. ¡Si solo hubiera alguna forma de utilizar el oro para efectuar pagos directamente, no necesitaríamos acuñadores de moneda ni bancos como intermediarios!
El genio de Satoshi Nakamoto se manifiestó en el descubrimiento de una manera de tomar todas las propiedades deseables del oro (escaso, homogéneo, inmutable, etc.) y convertirlas en digitales.
De la misma manera en que la digitalización de las noticias permitió teletransportar un artículo de un periódico virtual directamente a tu pantalla, y la transmisión digital de música hizo posible llevar una canción de un álbum directamente a tu hogar, el oro digital permite teletransportar el valor de una buena moneda directamente al destinatario.
Convertir el oro en un bien digital lo hace teletransportable (desprovisto de peso) y trivialmente divisible. En otras palabras, el oro digital resuelve el problema que siempre ha supuesto usar el oro directamente como medio de intercambio.
“Oro o efectivo” es un falso dilema; Bitcoin fue creado para ser oro y efectivo: ¡eso lo hace disruptivo!
Hacer que las transacciones en la cadena de bloques sean lentas y caras convierte a Bitcoin en oro 1.0. Lento y caro es la estrategia de BTC. Una versión de oro digital que no pueda moverse de manera rápida y barata no es mejor que el oro real como medio de intercambio.
Y no olvidemos el hecho de que poder usar el oro directamente como medio de intercambio, sin necesidad de intermediarios, es lo específicamente disruptivo.
Bitcoin Cash (BCH) conserva la escasez e inmutabilidad del oro, pero en una forma teletransportable para que pueda ser usado como efectivo. Es la versión de Bitcoin en la que la gente invirtió en 2009-2016, antes de que fuera transformado en otra cosa.