Tal y como esperábamos, la sesión de AYER fue bastante tranquila en los mercados de valores europeos y estadounidenses, con los índices cerrando el día de forma mixta y sin grandes variaciones. Con los inversores a la espera de conocer nuevas noticias sobre el desarrollo de las negociaciones comerciales entre EEUU y China, y en un día sin grandes referencias macro y empresariales, la noticia de que el operador de la bolsa suiza, SIX, había lanzado una OPA sobra la bolsa española, concretamente sobre Bolsas y Mercados (BME (MC:BME); +38% al cierre), y la posibilidad de que Euronext (PA:ENX) entre en la puja por el mercado bursátil español y lance una contraopa, se convirtió en uno de los principales focos de atención durante la sesión. Otro foco fue la revisión a la baja que hizo Volkswagen (DE:VOWG_p) del crecimiento esperado de sus ventas y de sus resultados para 2020. A pesar de que la multinacional alemana mantuvo todos sus objetivos operativos y de rentabilidad hasta 2025, sus acciones fueron duramente castigadas durante la jornada, cediendo al cierre algo más del 4%. Esta noticia y el hecho de que el presidente de EEUU, Donald Trump, no haya anunciado todavía su decisión sobre si impone o no nuevas tarifas al sector automovilístico europeo, penalizaron el comportamiento del mismo en las distintas bolsas europeas, el cual se convirtió en el que peor se comportó durante la sesión.
Por la tarde, un tweet del reportero jefe de la CNBC en Beijín, en el que hablaba del pesimismo reinante en China en relación a la posible firma de la fase uno del acuerdo comercial impactó negativamente en el comportamiento de las bolsas europeas y estadounidenses, aunque de forma moderada. Según este periodista, China se estaría pensando esperar a ver qué ocurre con el “juicio político” a Trump en EEUU, lo que se conoce como impeachment, e incluso esperar al resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses, que se celebrarán a finales de 2020. Si bien este tweet provocó que las bolsas europeas cerraran en general a la baja, aunque con caídas moderadas, en Wall Street los inversores terminaron por obviar el mismo, lo que permitió a los tres principales índices de este mercado, el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq Composite, cerrar el día marcando nuevos máximos históricos. No obstante, cabe destacar que fueron los valores de los sectores defensivos los que mejor comportamiento tuvieron durante la jornada.
Tras los ligeros descensos que experimentaron AYER los principales índices europeos, HOY esperamos que éstos abran al alza, con los inversores nuevamente a la espera de conocer el resultado de una serie de acontecimientos. Así, está pendiente, entre otros temas, i) si EEUU impone o no tarifas a las importaciones del sector del automóvil procedentes de la Unión Europea (UE) o si opta por retrasar nuevamente la decisión; el tema está ahora en manos del presidente Trump; y, quizás lo más esperado, ii) si EEUU y China terminan por cerrar la fase uno del acuerdo comercial y escogen fecha y lugar para que los presidentes Trump y Xi rubriquen el mismo. Esperamos que en los próximos días estos temas se vayan aclarando. Hasta entonces, creemos que los inversores van a permanecer a la espera, actuando con cierta prudencia, lo que llevará a los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses a consolidar los actuales niveles, moviéndose en un estrecho intervalo de precios.
Por último, y en un plano más anecdótico, señalar que AYER el presidente Trump se reunión con su “íntimo enemigo”, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Powell. Según Trump, en la reunión hablaron de temas como los tipos de interés, la baja inflación, la fortaleza del dólar y su impacto en el sector manufacturero estadounidense o las tensiones comerciales con China. Además, el presidente se quejó del nivel actual de los tipos de interés en EEUU en relación a los de otras regiones. Por su parte, y según un comunicado emitido por la Fed, Powell se limitó a reiterar que el banco central espera que las recientes rebajas de las tasas de interés de referencia sirvan para consolidar el crecimiento económico de EEUU y protegerle de los riesgos exteriores, principalmente de la desaceleración del crecimiento global.