No es algo inusual, nunca visto o imposible de explicar.
Ha pasado otras veces y en URSUS tenemos nuestra explicación.
Asistimos aturdidos a unas bolsas americanas que marcan máximo tras máximo y a unos mercados emergentes que hasta hace unas semanas iban mal y ahora, cualquiera diría que quebrarán la mitad.
Además, el resto de bolsas mundiales están flojitas, en el mejor de los casos y claramente a la baja, un buen número de ellas.
El dólar fuerte cuesta dinero y solvencia a los emergentes que están endeudados en esa divisa. Como la depreciación de algunas divisas es abultada, el daño es grande.
Los altos tipos de interés hacen que cubrir el dólar sea muy caro. A un europeo le cuesta un 3% al año y por ese motivo, mucho tiene que pagar ese bono emergente en dólares para qué restándole tres puntos, sea atractivo.
Por otro lado, Trump es muy eficaz en sus mandatos. Prohibe comprar bonos venezolanos, Venezuela destrozada. Anuncia que en noviembre no permitirá que Irán venda petróleo y castigará a los países que hagan negocios con ellos, la moneda iraní por los suelos, la inflación se dobla y la población por las paredes. Asusta a México, insulta a Canadá, sanciones a Rusia y a Turquía, además de exigirle sacar de la cárcel a un sacerdote americano acusado de espiar.
A Europa le dice que pague más en la OTAN, que el italiano tiene razón con los inmigrantes, que nos pondrá un impuesto a los coches y que nos hemos estado riendo de Estados Unidos durante décadas.
Es un entorno inaguantable para los inversores que, pueden tolerar las bromas y amenazas, pero no los mercados bajistas y las pérdidas que conllevan.
Por ese motivo las ventas aprietan.
Tal vez una parte de los que venden, deciden pasar su dinero a la otra parte del Atlántico donde el gobierno es “serio”, defiende los intereses de la economía “a largo plazo”, los mercados de acciones van al alza por lo “saneado de su crecimiento”, las mejores compañías del mundo cotizan a precios “aún baratos” y para nada se pueden apreciar síntomas de “burbuja”.
Lo entrecomillado es ironía.
Creemos que es este dinero y el que ya está rotando allí y obteniendo tanta rentabilidad, el que hace subir y subir los precios.
Decíamos que ya lo habíamos visto en el pasado. En el año 2000, por ejemplo, durante 1998, 1999 y el 2000, las tabaqueras, las constructoras, concesionarias, de servicios y algunas más, no hacían más que bajar. Y lo hacían en un entorno de absoluta euforia por todo lo relacionado con internet, semiconductores, telecomunicaciones, contenidos, seguridad en la red, etc, etc y etc.
Para que tu empresa se metiera en esa vorágine, bastaba con anunciar que ya tenías una “WEB Corporativa”. Vuelve a ser ironía.
Todo aquello terminó con una gran caída que puso fin, por un tiempo, a las revalorizaciones en esos títulos y coincidió con una remontada espectacular, de aquellos negocios que para nada eran lo malos que indicaban los mercados. Ferrovial (MC:FER), ACS (MC:ACS), Tabacalera, eran buenos ejemplos de lo que no quería nadie, en esos trimestres anteriores a marzo de 2000.
Ahora, las small caps europeas, los mercados emergentes y sus bonos, Asia y los países (MENA), activos italianos (que además tendrán que lidiar con las decisiones de sus políticos), las REIT´s del Reino unido, los gigantes tecnológicos chinos que van ya a la deriva o grandes empresas europeas con fuerte exposición a emergentes que podrían haber bajado demasiado, todas estas y algunas más, no las quiere nadie, pero tiene gran potencial.
¿Cuándo comprar?
No veo manera de que se rompan las tendencias actuales más que con una fuerte bajada de las acciones americanas, que dejen ese mercado sin fuelle durante un tiempo.
Será entonces cuando podremos volver al mercado, a comprar, con las ideas expuestas arriba, u otras que consideren oportunas, ya que es muy posible que las bolsas continúen al alza durante años.
A excepción de la economía americana que está sobre estimulada, fiscal y monetariamente y, o tienen un vasto plan de infraestructuras (como aquella Expo nuestra del 92) o la economía ha de frenarse. Buena parte del resto de economías muestra fuerte potencial de crecimiento con inversores financieros, empresarios y consumidores alineados con sus papeles en una fase expansiva.