Es una pregunta que siempre realizo a todos mis alumnos, aquellos que, viéndose lo suficientemente preparados, deciden abrir una cuenta real. Y en muchas ocasiones obtengo una respuesta muy similar: ganar dinero. Es algo muy evidente, y por supuesto todo aquel que entra en el mundo del trading y decide operar con dinero de verdad está preparado para obtener beneficios, los máximos a ser posibles. Sin embargo, debemos ser más concretos, menos abstractos y más realistas si queremos lograr que nuestro plan funcione.
Lo primero de todo es fijarnos un plan de actuación, no solo en el sentido de cómo deberá ser nuestra operativa, si no en el sentido también de cómo querremos gestionar nuestros beneficios y cuáles son las metas que deberemos fijarnos. Más que poner un objetivo excesivo, demasiado alejado y que probablemente nos lleve mucho tiempo lograr alcanzarlo, es más aconsejable fijar pequeños objetivos parciales que nos vayan motivando poco a poco a medida que logramos hacer nuestro sueño realidad. Esto, por supuesto, nos permitirá mantenernos motivados al tiempo que vamos viendo cómo esos objetivos se van cumpliendo y que, por lo tanto, estamos haciendo bien nuestro trabajo.
Además, por mucho que hayas ganado nunca te confíes y trates de seguir ganando aunque no veas una nueva oportunidad muy clara, es probable que ese día ya no sea posible abrir más operativas. No trates de llegar a tu destino por el camino rápido, este no existe y te dará más de un quebradero de cabeza. Elige el camino seguro, aunque te lleve más tiempo, ya que este te asegurará el cumplimiento de tus metas.
Operar en cuenta real es muy diferente de operar en cuenta demo, la psicología cambia radicalmente y se necesita un período de adaptación. Es probable que incluso pierdas dinero en tu primer mes de operativa en cuenta real, es algo totalmente normal y a la gran mayoría de traders nos ha pasado. Sin embargo, es solo un proceso de adaptación, recuerda que estás preparando a tu mente para algo más grande y simplemente necesitas mentalizarte y acostumbrarte a la que será tu nueva vida a partir de ese momento, una vida llena de logros pero también fracasos. Sin embargo, siempre que los logros sean mayores que nuestros fracasos iremos por el buen camino para alcanzar la gloria.