Investing.com - Superado el mediodía del viernes el Ibex 35 agudizaba sus pérdidas y caía por debajo de los 9.600 puntos, con un retroceso en la sesión cercano al 1,8%.
En el acumulado de la semana, el selectivo de referencia de la bolsa española se dejaba más de 600 puntos y cedía en torno a un 6% respecto a los 10.211 puntos con los que se marchó de fin de semana el pasado viernes.
Con solo una semana de ventas masivas, todavía es pronto para saber si estamos frente a una corrección momentánea o ante un cambio de tendencia general que ponga fin a la borrachera alcista de los mercados.
Ni los propios analistas se ponen de acuerdo en este sentido y el pánico vendedor, o dicho más coloquialmente, el miedo de muchos a quedarse colgados de la brocha, hace que los nervios cundan entre muchos accionistas que se plantean ahora su continuidad en el mercado.
Sostienen los analistas que esta corrección más fuerte de lo habitual está siendo la primera prueba de fuego de verdad a la que se han tenido que someter muchos inversores “novatos” que no han visto nunca una contracción de las de verdad. Niños del eterno verano que nunca han tenido que hacer frente al duro invierno que vaticinan machaconamente los ‘Stark’ de Juego de Tronos con su archiconocido “Winter is coming”.
Bien es cierto que las caídas registradas durante esta semana en Wall Street no tienen precedentes en términos de puntos (que no porcentuales), pero mirando el frío y aséptico termómetro que son las estadísticas, la verdad es que la temperatura que marcan los registros del Ibex 35 en España nos dibujan (hasta el momento) más bien un escenario de otoño duro que de crudo invierno.
Si tomamos los datos históricos del selectivo, el descenso acumulado en esta “peor semana para la bolsa de todos los tiempos, jamás de los jamases, nunca antes vista en los mercados mundiales” no se sitúa ni entre los tres peores registros… de los últimos dos años.
Es más, el descenso acumulado en los momentos más difíciles de la sesión hasta el momento no la sitúan ni como la peor semana del mes de febrero de los últimos dos años, pues precisamente en ese mes de 2016, el Ibex puso fin a una semana con un recorte del 6,81%.
La memoria suele ser frágil y a menudo nos dejamos arrastrar por los titulares que provee Wall Street, pero cabe recordar que hace tan solo año y medio, en Europa, la broma británica del Brexit supuso un menoscabo semanal del 6,87% para el Ibex 35.
Obviamente, en aquella ocasión, Wall Street, verdadera locomotora de los mercados bursátiles mundiales, era un mero espectador de lo que sucedía en el Viejo Continente y, por lo tanto, un tropiezo de la renta variable europea no era un factor de estrés tan dramático para los mercados de todo el mundo.
Siguiendo esta misma lógica, como en esta ocasión la sacudida tiene el epicentro en Estados Unidos es lícito pensar que una caída inferior al 6% debería ser mucho más preocupante o al menos inquietante que un retroceso cercano al 7% derivado de un problema interno de la Unión Europa.
En cualquier caso, tomando como referencia los datos históricos, ni estamos ante la madre de todas las caídas, ni el baño de sangre ha dejado marcas más altas en la bañera de las que hemos visto en un pasado muy reciente.
Si echamos la vista atrás, la comparación es todavía más evidente y vemos como los traders e inversores de la bolsa española han tenido semanas mucho peores para haber elegido dejar de fumar.
Tomemos como referencia el estallido de la última gran crisis. Desde el año 2008, el recorte de esta semana (si no hay un descalabro de última hora) entraría con cierta dificultad entre los 30 más severos, palideciendo cuando las cifras se miden con las padecidas en momentos de verdadero pánico, como los vividos en el último trimestre de aquel año o los primeros tres meses de 2009. O en aquel angustioso verano de 2011 cuando la crisis apretaba y no parecía querer aflojar
Tengo la osadía de finalizar este breve texto a escasos minutos de que Wall Street abra sus puertas y decida cómo será el cierre semanal de los mercados. Si bien los datos del Ibex muestran momentos mucho peores, en el Dow Jones cuesta, a falta de toda la jornada de hoy, encontrar semanas más amargas para los alcistas y los pequeños inversores en los últimos diez años. De hecho, hay que remontar la vista principios de siglo para ver correcciones de mayor calado.
Todos estos números, evidentemente, son tan tramposos como solo los números saben serlo y no permiten sacar ninguna conclusión respecto al rumbo que tomarán los mercados a partir de ahora, pero sí que al menos ayudan a relativizar y tomar algo de perspectiva.
Muchas han sido las voces que piden desde hace más de un año una corrección en el mercado y ahora que llega, nos llenamos de titulares sobre el fin del mundo. Repito, podemos estar ante las puertas de una gran corrección, pero lo único que sabemos con seguridad es que, por muy alarmista y muy sonado que esté siendo este golpe, el mercado español los ha recibido peores (insisto, numéricamente) en los últimos dos años.