El mercado del petróleo ha visto cierta volatilidad extrema esta semana. Parte de ello se ha debido a la política interna de la OPEP y a la forma en que el cártel eligió resolver el reciente estancamiento de la producción. La falta de claridad sobre las señales de demanda ha sido otro catalizador. Esto es lo que todo podría significar para los precios.
El domingo, la OPEP+ se reunió por videollamada y resolvió los problemas pendientes de su fallida reunión del 1 de julio.
A continuación, lo que el grupo acordó hacer con respecto a la producción de petróleo:
Aumentar la producción en 400.000 barriles al día cada mes a partir de agosto. Eso supone el bombeo de 2 millones de barriles al día más por parte de la OPEP+ en diciembre de 2021 en comparación con este mes.
Los aumentos mensuales de 400.000 barriles al día continuarán hasta que se devuelvan al mercado 5,8 millones de barriles al día, lo que nos llevaría a septiembre de 2022 si no se realizan cambios en algún momento. Para entonces, la OPEP+ habría reincorporado al mercado la totalidad de los 9,7 millones de barriles al día de producción de petróleo que retuvo en la primavera de 2020.
Además, a partir de mayo de 2022, cinco países miembros —Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Rusia, Kuwait e Irak— aumentarán sus cuotas de producción mediante un acuerdo para elevar sus criterios básicos de producción, (que se encuentran aquí) que tienen en cuenta los 1,63 millones de barriles al día acumulados para el aumento de la producción, si todos estos países producen el máximo permitido según sus cuotas.
Estos cambios se presentan como medidas contables para garantizar que cada país del grupo mantenga el mismo porcentaje de reducción de su capacidad. No está claro que Rusia vaya a ser capaz de alcanzar el ritmo que se le permitirá en virtud de este acuerdo, ya que nunca antes había producido tanto petróleo.
Nigeria y Argelia también han solicitado al grupo criterios de referencia, pero no está claro si se aprobarán en su totalidad o en parte.
La OPEP+ podría decidir pausar sus planes durante tres meses si hay un cambio abrupto en las condiciones del mercado como, por ejemplo, el levantamiento de las sanciones a Irán o algún tipo de desastre económico.
El grupo continuará reuniéndose mensualmente para evaluar el progreso y el cumplimiento; su próxima reunión está programada para el 1 de septiembre. Por ahora, las reuniones siguen siendo virtuales.
A la apertura de la jornada de negociación del lunes, los precios del WTI y el Brent cayeron. Los precios cerraron con pérdidas de más de un 7%. Ambos petróleos de referencia cayeron por debajo de la marca de los 70 dólares por barril. La caída no se debió sólo al anuncio de la OPEP+, sino que los mercados también podrían haberse asustado por las noticias que inducen miedo sobre el impacto de la variante Delta del coronavirus y también por la venta masiva del mercado de valores.
Sin embargo, tras la caída de los precios del petróleo del lunes, los precios subieron un poco el martes y cogieron carrerilla el miércoles, situándose el Brent por encima de los 72 dólares por barril y el WTI por encima de los 70 dólares por barril a media tarde.
Las contradictorias señales del mercado alimentan la incertidumbre
El repunte se produjo a pesar de que el último informe de la Administración de Información Energética de Estados Unidos indicó un aumento de las reservas de crudo. Normalmente, una acumulación de reservas se consideraría una señal negativa para la demanda y un lastre para los precios. El informe de la administración fue mixto, porque mostró un ligero descenso de las reservas de gasolina.
Esto no era lo que el mercado esperaba porque el informe del Instituto Americano del Petróleo publicado el día anterior mostraba un aumento de las reservas de gasolina.
Algunos analistas señalaron que, a pesar de que las reservas de gasolina no aumentaron, el informe indicó un aumento de 2,2 millones de barriles de las reservas de los componentes de mezcla utilizados en la gasolina. Esto podría indicar que se está produciendo menos gasolina, lo que significa que las refinerías creen que la demanda de gasolina disminuirá pronto. (Y aun así los precios subieron tras la publicación del informe).
La verdad es que hay señales que respaldan la opinión de aquéllos que creen que la demanda de petróleo no va a mejorar mucho más y se estabilizará o descenderá a medida que pase el verano.
Pero también hay señales que indican que la demanda sigue repuntando y que está a punto de aumentar, incluso si esa subida no es tan rápida como algunos esperaban hace sólo unas semanas.
Esta incertidumbre, junto con el cambio de política de la OPEP, está haciendo que los precios del petróleo sean volátiles, especialmente en comparación con el año pasado, cuando las reducciones de producción de la OPEP+ ayudaron a mantener los precios bastante estables (incluso aunque fueron relativamente bajos) durante los meses de verano.