Ayer, en la reunión de la Fed, ocurrió lo que ya se esperaba que ocurriera en semanas anteriores:
- La Fed mantiene inalterados los tipos (rango 5,25%-5,5%).
- Powell sigue firme con llevar la inflación hacia el objetivo del 2%, la flexibilización del balance de la Fed y el seguimiento reunión a reunión observando los datos
El mercado, que (no sabemos por qué) desde finales de 2023 había empezado a predecir un recorte de tipos en marzo, se llevó una decepción al caer las principales bolsas:
- S&P 500: -1,61%
- NASDAQ Composite: -2,23%
- Dow Jones Industrial Average: -0,82%
- Russell 2000: -2,63%
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Ahora, las probabilidades de un primer recorte de tipos en la próxima reunión de la Fed del 20 de marzo son, según nuestra herramienta, del 37%.
En cuanto a lo económico, el crecimiento avanza a buen ritmo y el mercado laboral se ha seguido reequilibrándose, aunque sigue robusto.
En cuanto a la inflación, también avanza en la buena dirección, pero antes de realizar cualquier recorte conviene volver a vigilar la tendencia y asegurarse de que se elimina por completo el riesgo de subida de precios.
El ajuste cuantitativo también sigue adelante, mientras que el primero de los recortes de marzo parece ahora improbable.
Pero recordemos una cosa como inversores: Powell, en la gestión de su política monetaria, no está trabajando para hacernos ganar dinero, o porque esté de alguna manera interesado en el rendimiento de nuestras carteras. Powell tiene 2 objetivos:
- Pleno empleo
- Estabilidad de los precios
El hecho de que haga subir o bajar los precios en pos de estos objetivos no debería preocuparnos en absoluto. De hecho, como inversores, deberíamos prestar menos atención a "lo que diga Powell hoy o mañana", y centrarnos en la asignación de activos y en nuestros objetivos vitales, y evitar ponernos nerviosos cuando (en nuestra opinión) un Banquero Central hace algo que no nos parece correcto.
Me parece muy parecido a lo que ocurre en el fútbol: todos somos básicamente entrenadores... ¡y banqueros centrales!