Tal y como era previsible que ocurriera, ayer los inversores en los mercados financieros europeos, siguiendo la estela dejada por Wall Street el martes, optaron por incrementar sus posiciones de riesgo desde primera hora del día. Así, los principales índices bursátiles recuperaron algo del terreno perdido el día precedente, mientras que los bonos cedían terreno con el consiguiente repunte de sus rentabilidades. Por su parte, el euro, que se había mostrado muy fuerte frente al dólar en las últimas sesiones, cedía terreno en relación a la divisa estadounidense.
Durante la jornada se publicó una batería de datos macro en Europa y EE.UU. que confirmaron lo que esperábamos: que ambas economías continúan fuertes y lo van a seguir estando en los próximos meses. Así, la confianza económica de la zona euro se situó en agosto a su nivel más alto en 10 años, mientras que la inflación, que se viene mostrando como la variable más esquiva para los bancos centrales, mostraba cierta solidez en Alemania y España.
En EE.UU., por su parte, la creación de empleo privado en agosto se disparaba, mientras que el Departamento de Comercio revisaba al alza el crecimiento del PIB estadounidense en el segundo trimestre 2017, hecho que fue consecuencia del mayor crecimiento del estimado de dos variable claves para esta economía: el consumo privado y la inversión.
Al cierre, los principales índices europeos terminaron con avances significativos, aunque no es sus máximos del día. Por sectores, cabe destacar el buen comportamiento de los valores relacionados con las materias primas y los metales, que en la sesión precedente habían recibido un duro castigo, de los de distribución minorista y de los de construcción. Por el contrario, los sectores que peor lo hicieron durante la jornada fueron los de sanidad, los del sector químico y los relacionados con el automóvil. No obstante, ayer todos los sectores acabaron la jornada en positivo.
En Wall Street, por su parte, los principales índices cerraron el día con avances, que fueron significativos tanto en el S&P 500 como en el Nasdaq Composite. Ambos indicadores se apoyaron en el buen comportamiento del sector tecnológico, especialmente de los semiconductores, que se vieron impulsados al alza tras la publicación por parte de Analog Devices (NASDAQ:ADI), de unas cifras trimestrales superiores a lo esperado por los analistas –sus acciones se revalorizaron más del 5%-.
Además, este mercado reaccionó de forma positiva a las palabras del presidente Trump sobre la reforma impositiva, una de sus principales bazas electorales y que para empresas e inversores ocupa un lugar privilegiado en su “lista de deseos”. En esta bolsa los sectores de corte defensivo como las utilidades y las telecomunicaciones fueron un lastre para los índices, en un día en el que, como hemos señalado, los inversores se volvieron a decantar por las posiciones de riesgo, revirtiendo parte de los movimientos defensivos que llevaron a cabo el día precedente.
Así, y al igual que ocurrió en Europa, los precios de los bonos cayeron y sus rentabilidades repuntaron, mientras que el oro cedía terreno a medida que el dólar recuperaba parte de lo perdido el día anterior. En este último “movimiento” tuvieron mucho que ver las ya comentadas cifras macroeconómicas publicadas durante la jornada que apuntan a un crecimiento del PIB estadounidense también cercano al 3% en el tercer trimestre 2017.
Hoy, en una jornada con una intensa agenda macroeconómica, de la que destacaríamos la publicación en Francia, Italia y en la Zona Euro de las lecturas preliminares de la inflación de agosto, y en EE.UU. de los datos de gastos e ingresos personales de julio y del índice de precios de los consumidores, el PCE, del mismo mes, que es la variable de precios que más sigue la Reserva Federal (Fed), esperamos que los principales índices europeos mantengan el buen tono de ayer, al menos durante las primeras horas de la jornada.
Factores como la renovada fortaleza del dólar y los datos del PMI manufacturero de China del mes de agosto, que han superado las expectativas de los analistas, apuntando a que la ralentización del crecimiento de esta economía en el tercer trimestre va a ser inferior a lo esperado, deben servir para impulsar al alza a los valores europeos más dependientes de las exportaciones y a los ligados con las materias primas y los metales.
Por lo demás, habrá que seguir muy atentos a la crisis de la península de Corea ya que ayer la Administración Trump lanzó mensajes contradictorios, con el presidente abogando con abandonar la vía diplomática –dijo que la solución no era seguir hablando- y sus asesores militares apostando claramente por ella.
Por otra parte, destacar que desde el régimen norcoreano se han lanzado nuevos mensajes amenazantes, con la prensa oficialista destacando unas declaraciones del líder del régimen comunista, Kim, apoyando la necesidad de llevar a cabo más pruebas de misiles balísticos en el Pacífico para potenciar con ello “las capacidades de su fuerza estratégica”. Todo apunta a que este tema seguirá muy latente por algún tiempo, impactando negativamente y de forma recurrente a los mercados de valores.