Tal y como anticipamos que podría suceder, finalmente AYER se anunciaron las líneas maestras del nuevo acuerdo comercial bilateral entre EE.UU. y México, acuerdo al que podrá unirse Canadá en un futuro próximo. El acuerdo, que viene a sustituir el antiguo NAFTA, tal y como pretendía desde un principio el presidente de EE.UU., Donald Trump, blinda casi por completo el sector del automóvil estadounidense, el cual ha sufrido mucho por la deslocalización de la producción desde que entró en vigor el NAFTA a principios de los 90. La noticia, que puede parecer que tiene una trascendencia macroeconómica limitada, fue acogida de forma muy positiva por los “pocos” inversores que permanecieron activos AYER en las bolsas mundiales, principalmente porque es “un paso en la buena dirección”, al demostrar que el Gobierno de EE.UU., pese a sus exigencias, puede alcanzar acuerdos con sus socios comerciales -ya lo ha hecho con Corea del Sur y, en gran medida, con Japón, pero el tema del NAFTA era más complejo-. Así, los inversores quisieron AYER extrapolar este principio de acuerdo al resto de negociaciones que tiene pendientes EE.UU. con otros socios comerciales como la UE, China o la propia Canadá, país que estudiará a partir de ahora si se adhiere o no a este pacto.
Uno de los sectores que reaccionó de forma más positiva al anuncio del acuerdo fue el del automóvil. Así, las compañías fabricantes de automóviles y de componentes para el automóvil, compañías que han sufrido mucho en bolsa en los últimos meses como consecuencia de las tensiones comerciales generadas por la intención de la nueva Administración estadounidense de revisar sus acuerdos internacionales en este campo, fueron las que mejor se comportaron AYER, tanto en la bolsa europea como en la estadounidense. El acuerdo, además, animó a los inversores a incrementar sus posiciones de riesgo, lo que se pudo comprobar en los principales mercados de renta variable mundiales, cuyos índices cerraron casi mayoritariamente al alza. Por el contrario, los bonos, activos que suelen ejercer el papel de refugio en momentos de elevada incertidumbre, sufrieron AYER las ventas por parte de los inversores, lo que impulsó sus rentabilidades al alza.
En las bolsas europeas continentales el hecho de que Londres permaneció cerrado por la celebración de una fiesta local limitó mucho la actividad, la cual fue de las más reducidas del año. En estos mercados también se “celebró” de forma positiva la publicación de los índices IFO del mes de agosto, índices que evalúan la percepción que sobre la marcha de la economía alemana tienen los empresarios del país. Así, y tras meses de continuos descensos, estos indicadores mostraron un esperanzador repunte en agosto -ver análisis en la sección de Economía y Mercados-. Por lo demás, comentar que en las bolsas europeas, además del sector del automóvil, los valores de corte tecnológico lideraron las alzas, mientras que los defensivos, como los ligados al sector de la alimentación o las utilidades, se quedaron rezagados. Al cierre, los principales índices de la región alcanzaron sólidos avances.
En Wall Street, por su parte, índices como el S&P 500, el Nasdaq Composite -superó AYER el nivel de los 8.000 puntos por primera vez- o el Russell 2000 marcaron nuevos máximos históricos por segundo día de forma consecutiva. En este sentido, señalar que el S&P 500 ha tardado casi siete meses en volver a esos niveles, logrando el pasado viernes alcanzar su primer máximo histórico desde el 26 de enero -con el de AYER ya lleva 16 este año; 14 en el mes de enero-. En esta bolsa fueron los valores relacionados con las materias primas minerales, los financieros, que aprovecharon las caídas de los bonos y el repunte de sus rentabilidades, los industriales y los tecnológicos los que mejor lo hicieron, con los de corte defensivo quedando, al igual que en las plazas europeas, algo rezagados.
En principio esperamos que HOY, cuando abran las bolsas europeas, continúe el buen tono en las mismas, con los inversores animados por el mencionado pacto, el cual puede ser un referente de potenciales nuevos acuerdos entre EE.UU. y el resto de sus socios comerciales. Como ya hemos señalado, el pacto con Méjico es “un paso en la buena dirección”. Por lo demás, señalar que en la agenda macro, la cita más relevante del día es la publicación esta tarde en EE.UU. del índice de confianza de los consumidores del mes de agosto, un buen indicador adelantado de consumo privado, que servirá para conocer cómo afronta este colectivo la segunda mitad del ejercicio.