Los principales índices bursátiles europeos continentales cerraron AYER al alza con la excepción del FTSE Mib italiano que, tras un inicio de sesión prometedor, volvió a girarse a la baja. Desde el comienzo de la jornada, animados por la firma del acuerdo comercial entre EE.UU. y Canadá que sustituirá al NAFTA, los inversores en los mercados de valores europeos optaron por incrementar sus posiciones de riesgo, impulsando los índices al alza, incluido el FTSE Mib italiano, que rebotaba con fuerza tras el duro castigo recibido el viernes, consecuencia del anuncio de que el déficit público se situará, en principio, en el 2,4%. En este mercado los bancos encabezaban las alzas a pesar de que el bono italiano seguía perdiendo terreno y que la prima de riesgo continuaba aumentando -ha subido alrededor de medio punto porcentual en dos sesiones-. En el resto de mercados, los valores más relacionados con las exportaciones eran los que mejor se comportaban, ya que los inversores ven en el acuerdo cerrado por EE.UU. y Canadá un buen presagio para que la Administración Trump vaya poco a poco cerrando los frentes que mantiene abiertos en el ámbito comercial. En este sentido, reiteramos nuestra opinión de que vemos factible que en el corto/medio plazo EE.UU. cierre acuerdos comerciales con Japón y la UE, pero no así con China, donde las posturas, como volvió a mostrar AYER el presidente Trump con sus manifestaciones, están muy enconadas y distantes, principalmente porque ambas potencias se juegan el liderazgo tecnológico en los próximos años.
El sector bancario, muy castigado el viernes, comenzó la sesión recuperando terreno, animado por el buen comportamiento en bolsa de las entidades italianas. Todo ello cambió por la tarde tras el giro brusco que dio la bolsa italiana, giro que terminó arrastrando al resto de bolsas continentales, cuyos índices, aún así, fueron capaces de cerrar con avances.
Todo parece indicar que el “choque de trenes” entre Italia y sus socios en la UE, con la Comisión Europea (CE) como principal estilete, no ha hecho más que comenzar. AYER desde la CE empezaron a planificar la respuesta, preparando el terreno para rechazar el presupuesto 2019 diseñado por el gobierno populista italiano y para abrir un procedimiento contra el país. En ese sentido, el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, el socialista francés Moscovici, afirmó AYER que no es del interés de Italia seguir acumulando deuda y que el gobierno italiano debería decir la verdad a su electorado. Inmediatamente después sus afirmaciones tuvieron respuesta desde el Ejecutivo italiano, con el líder del Movimiento Cinco Estrellas y vicepresidente del gobierno, Di Maio, afirmando que no había motivos para cuestionar el déficit del 2,4%. Esta historia no ha hecho más que comenzar y entendemos que se convertirá en un quebradero de cabeza para la Zona Euro en los próximos meses, lo que, sin duda, pasará factura a los mercados de valores y bonos de la región. No sabemos hasta qué punto esta “crisis” puede hacer cambiar los planes del BCE a la hora de retirar sus estímulos, pero si estamos seguros que lo analizarán en detalle.
Por lo demás, señalar que Wall Street cerró mayoritariamente al alza, con los valores relacionados con la energía, con las materias primas minerales y con la industria a la cabeza, mientras que los de corte defensivo se quedaban rezagados. En este mercado el nuevo acuerdo comercial entre EE.UU. y Canadá monopolizó la atención de los inversores, convirtiéndose en el factor clave de sus decisiones de inversión.
HOY, en principio, esperamos que las bolsas europeas continentales abran a la baja. El “tema italiano” seguirá pesando en el ánimo de los inversores, como también lo harán las declaraciones de la directora gerente del FMI, la francesa Lagarde, que AYER dijo que el escenario macroeconómico mundial estaba girando a peor, algo que se pudo comprobar con la publicación en China y en la Zona Euro de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas, correspondientes al mes de septiembre, que se situaron en mínimos multimensuales -ver análisis en sección de Economía y Mercados-. Por lo demás, señalar que la agenda macro del día es muy liviana, y que únicamente recoge la publicación en la Eurozona del índice de precios de la producción (IPP) del mes de agosto.
Por tanto, esperamos una apertura bajista de la renta variable europea, con el sector bancario como principal lastre. Como AYER, las referencias de los inversores volverán a ser los mercados de bonos y de renta variable italianos, que entendemos proseguirán con “su calvario” particular.