Los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer en su mayoría con ganancias, con los italianos y españoles mostrando un comportamiento peor en términos relativos. En esta ocasión, fue el sector energético, apoyado en la fuerte subida que experimentó durante la sesión el precio del crudo tras comentarios sobre avances en las negociaciones entre miembros de la OPEP para reducir sus producciones, y el de las materias primas, favorecido por la debilidad mostrada ayer por el dólar estadounidense, los que lideraron las alzas en estos mercados.
También tuvieron un buen comportamiento los sectores más exportadores de la región, como es el caso del automovilístico, sectores que salen favorecidos por la fuerte depreciación que ha experimentado el euro frente al dólar desde la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses. Por su parte, los mercados de bonos se mantuvieron bastante estables, con los periféricos algo más tensionados.
En este sentido, señalar que las últimas encuestas publicadas durante el pasado fin de semana –la ley italiana ya no permite realizar más encuestas hasta la celebración de la consulta- apuntan a una clara victoria del “no” en el referéndum “constitucional” convocado por el Gobierno Renzi. De ser así, entendemos que tanto la renta variable europea como la fija van a sufrir las consecuencias de la más que probable crisis política que se generará en Italia tras el referéndum, crisis que podría llevarse por delante al actual Gobierno y que dificultaría sobremanera el proceso de reestructuración y recapitalización por el que está atravesando el sector bancario del país. Por tanto, y en nuestra opinión, el referéndum italiano es el mayor factor de incertidumbre al que se van a enfrentar los inversores en lo que queda de ejercicio.
Por otro lado, y agudizando la “divergencia” entre los mercados de valores europeos y estadounidenses que ha sucedido a las elecciones presidenciales y legislativas estadounidenses, ayer y por primera vez desde 1999 los cuatro índices bursátiles más importantes de las bolsas estadounidenses: el Dow Jones, el S&P 500, el Nasdaq Composite y el Russell 2000, marcaron a la vez un nuevo récord histórico.
Al igual que sucedió en los mercados de valores europeos, fueron las empresas energéticas y las ligadas a las materias primas las que lideraron las alzas. A este grupo de valores se unieron los tecnológicos, que comienzan a recuperar el terreno perdido inmediatamente después de la celebración de los comicios al haber sido identificados estos valores como los más perjudicados si el nuevo Gobierno estadounidense modifica radicalmente la política de intercambios comerciales, denunciando los tratados en vigor.
No obstante, todo apunta a que, siendo posible que el nuevo Ejecutivo denuncie los mencionados tratados –de hecho Trump anunció ayer que una de sus primera medidas será retirar a EE.UU. del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, el conocido como TPP-, éste parece dispuesto a sustituirlos por nuevos tratados bilaterales, buscando con ello favorecer los intereses estadounidenses. Por lo demás, señalar que ayer los bonos estadounidenses recuperaron algo del terreno perdido en las últimas semanas, lo que llevó a sus rentabilidades a retroceder ligeramente. Todo parece indicar que cuando el bono 10 años alcanza rentabilidades del 2,30/2,35% le entra dinero o, al menos, eso es lo que viene sucediendo recientemente.
Por último, y en lo que hace referencia al día de hoy, decir que esperamos que continúe el buen tono en las bolsas europeas, con los valores energéticos liderando nuevamente las alzas en estos mercados cuando abran por la mañana. La agenda macroeconómica de la jornada es reducida, destacando la publicación en la zona euro de la lectura preliminar de noviembre del índice de confianza de los consumidores, que elabora la Comisión Europea (CE), y en EE.UU. de las ventas de viviendas de segunda mano, correspondientes al mes de octubre.
El impacto en los mercados de ambos indicadores será marginal, por lo que las principales referencias para los inversores en renta variable europea volverán a ser los bonos soberanos, con especial atención al comportamiento de los de los países periféricos, el dólar en su cruce con el euro y el precio del crudo.