Las bolsas occidentales cerraron ayer de forma mixta, en una jornada en la que el optimismo sobre el devenir de la economía occidental se volvió a ver respaldado por las cifras macroeconómicas publicadas (índices Ifo de confianza empresarial en Alemania, PIB de Reino Unido del cuarto trimestre 2016, ventas de viviendas de segunda mano en EE.UU. en enero) y en la que se presentaron numerosos resultados empresariales a ambos lados del Atlántico.
En el plano político, que últimamente está concentrando el protagonismo del mercado, destacar la renuncia del candidato Bayrou y su respaldo a Macron en las elecciones francesas, lo que incrementa las posibilidades de este último frente a la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, y se tradujo en una relajación de la rentabilidad de los bonos franceses frente a los alemanes, esto es, en la reducción de la prima de riesgo de la deuda gala.
Al otro lado del Atlántico, la Administración de Donald Trump parece que está finalizando su propuesta para reformar la fiscalidad del país, siendo estas expectativas de una menor carga impositiva para las empresas las responsables del buen comportamiento de Wall Street en los últimos meses y un riesgo para los mercados financieros si finalmente no alcanzan las expectativas creadas. Así lo recogen las actas de la última reunión del Comité de Mercado Abierto (FOMC), que señalan que los mercados financieros podrían estar descontando el efecto de unas políticas fiscales expansivas que podrían no llegar a materializarse.
En esta línea, el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, indicó ayer que la Administración Trump está trabajando en una ambiciosa reforma del sistema impositivo para que sea aprobada antes de agosto, aunque reconoció que era un calendario ambicioso y podría retrasarse.
Por lo demás, las actas del FOMC no ofrecieron grandes novedades, simplemente confirmar que una subida de tipos de interés está muy próxima. Aunque los mercados parece que están apostando más por que la subida se lleve a cabo en la reunión de mayo que en la del próximo mes de marzo, esta última no ha quedado descartada. En este sentido, los datos de desempleo del mes de febrero en EE.UU. que se publicarán la próxima semana serán clave a la hora de que la Fed decida subir tipos ya o prefiera esperar un poco.
Con todo esto, hoy esperamos que las bolsas europeas se decanten por la prudencia y comiencen la sesión sin fuerza, a la espera de una jornada que será muy intensa tanto en relación a la publicación de cifras macroeconómicas como en cuanto a la presentación de resultados. Aunque las cifras macroeconómicas que se están publicando en los últimos días alientan al optimismo las incertidumbres políticas que acechan en el horizonte son demasiado importantes, por lo que los mercados financieros deben tomar una pausa en el camino, teniendo en cuenta, además, que las valoraciones, especialmente en EE.UU., comienzan a estar ajustadas.