Si hay algo que queda claro de la naturaleza humana es que no aprendemos de nuestros errores. Una conocida frase de Mark Twain nos indica que "la historia no se repite, pero rima". ¿Es este el caso del mercado inmobiliario en los Estados Unidos? Sorprende que hace apenas 7 años se vivía una de las peores crisis que el sector atravesara desde los años '30 y que sin embargo esa imagen parece haber quedado prontamente en el recuerdo.
¿Qué está pasando con el precio promedio de las propiedades en los Estados Unidos?
En julio de 2006, el precio promedio de una vivienda en los Estados Unidos alcanzaba su máximo histórico, para caer casi un 30% hacia comienzos del año 2012. Lo notable es que en solamente 3 años, esta caída parece estar prácticamente recuperada. ¿Estamos en presencia de otra burbuja inmobiliaria? Veamos.
Lo que motorizó la fuerte suba del precio de las propiedades antes del colapso que se vivió en 2007-2008 fueron las llamadas hipotecas sub-prime. Este nombre no era más que un eufemismo que indicaba hipotecas de pésima calidad. ¿Qué quiere decir esto? Que aquellos a quienes se les había otorgado un crédito para comprar una casa o departamento no cumplían con las condiciones mínimamente razonables para obtener ese crédito. En consecuencia, había dinero para prácticamente quien lo quisiera y eso empujó los precios fuertemente hacia arriba.
Hoy la situación parece ser diferente. Ya no son sólo los propios estaodounidenses quienes llevan los precios hacia arriba: hay un marcado crecimiento de inversionistas internacionales que están pagando en cash. Aquí la gran diferencia: cuando el que compra no lo hace con endeudamiento, no se ve forzado a vender para repagar su deuda, como ocurrió en la anterior crisis.
Sin embargo, no podemos dejar de hablar del mayor motor de toda decisión económica: el precio. En este caso el precio relevante es la tasa de interés en 0% que viene fijando la Reserva Federal desde el año 2008. Este es el gran problema: la Fed decidió apagar el fuego con nafta, bajando al menor costo posible la posibilidad de endeudarse. La supuesta gran diferencia es que hoy sólo se estaría endeudando gente en condiciones de hacerlo.
¿Hay alguna ciudad de los Estados Unidos que ya esté por encima de los niveles previos a la crisis? Ese es el caso de ciudades como Boston, Charlotte, Dallas, Denver, Portland y San Francisco. Esta última es para destacar, ya que la caída había sido profunda y la recuperación fue muy marcada:
La situación es claramente diferente en ciudades como Miami, una de las más afectadas por la especulación y el posterior colapso de los precios.