Ya se ha escrito mucho acerca de la repercusión y el efecto en el mercado local respecto de la formalización de las candidaturas presidenciales, haciendo foco principalmente a la designación de Carlos Zannini como compañero de fórmula de Daniel Scioli.
El mercado, en general, reaccionó como era de esperar: con un fuerte recorte inmediato en las cotizaciones de la mayoría de los papeles que componen el índice Merval, intentando de alguna forma mantenerse ajenos a las volatilidades que la continuidad del modelo político actual pudiese causar en las expectativas de los inversores, o por qué no buscando dolarizar los portafolios en busca de un viejo resguardo ya conocido por todos.
Ahora bien, en principio esto es casi irrefutable pero, ¿esto es todo lo que explica el movimiento del principal índice accionario local?, y más importante aún, ¿qué podemos esperar en el corto plazo?
Desde una perspectiva técnica, hoy el Merval se encuentra dentro de una tendencia bajista de corto plazo, explicada en parte por lo ya mencionado sobre las intenciones del mercado de mantenerse cautelosos ante la posibilidad más latente sobre las chances presidenciales de Scioli.
Esto produjo una clara reducción de la fuerza alcista que traía el índice, lo cual llegó a posicionarlo cerca del máximo histórico alcanzado en octubre 2014. Sin embargo, aún se presenta por encima de sus promedios móviles de 200 ruedas, lo cual indica a priori que el recorte podría ser una simple toma de ganancias coyuntural.
Desde otro enfoque, podemos darle más fuerza a lo último dicho si observamos el valor del Merval en dólares. Como se observa en el cuadro a continuación, el índice local creció casi un 300% desde principios de 2013, mientras que en términos de la moneda extranjera lo hizo solo entre un 115% y 104% según que cotización se tome como referencia.
El mercado descuenta que un valor del equity (acciones) argentino en 870 dólares es atractivo de cara al futuro de mediano y largo plazo, teniendo incluso en cuenta el desfasaje cambiario que hoy existe en la economía y la necesidad de acercar el valor del dólar a un precio de equilibrio, que seguramente no es el actual.
Por lo tanto, el Merval se presenta como una alternativa volátil y riesgosa, ponderando que estamos inmersos en un año electoral que exacerba estos movimientos. Sin embargo, a pesar de los recientes recortes, el valor del índice se encuentra en una zona de tendencia indefinida de corto plazo, pero con una proyección futura interesante de cara al futuro, para aquellos que estén dispuestos a asumir una posición algo vertiginosa.