En este momento existe entre los participantes de la industria del café, una extendida visión respecto del futuro del precio que sostiene que las cotizaciones actuales se encuentran en niveles tan deprimidos que no alcanzan a cubrir los costos de producción en la mayoría de los países productores, situación que eventualmente forzaría un incremento en un plazo relativamente inmediato.
Esta argumentación tiene un sólido fundamento y suele ser acompañada de cifras que además pronostican un desequilibrio entre la oferta y la demanda mundial durante el 2016, gracias a un consumo que continúa creciendo de forma sostenida y una oferta que afronta problemas de clima (el fenómeno del niño) y de infestación por roya (México y Centroamérica).
De tal manera que se podría concluir, que el café se encuentra en niveles de compra, en los precios actuales, al menos en un escenario de mediano plazo.
Sin embargo, no se debe omitir de la ecuación el impacto que las variables externas al propio mercado del café. Si bien la propia dinámica interna del cafe, crea un escenario alcista, una revisión de las macro condiciones en las que se inserta el mercado cafetero, dibuja un panorama completamente diferente:
Las materias primas están afrontando una serie crisis de precio. El petróleo y el oro, los dos principales mercados de este tipo, se encuentran en medio de una sólida tendencia bajista, que responde a condiciones internas que no favorecen los precios. Y adicionalmente, el esperado fin de las tasas de interés cero en Estados Unidos, es otro factor que crea fuertes vientos en contra para los precios de los productos básicos.
Este contradictorio escenario en el que se desenvuelve el café, probablemente creará un mecanismo de ajuste, que no implica necesariamente un incremento en los precios en bolsa del aromático, es mi opinión, que los precios a futuro se mantendrán relativamente estables e incluso pueden caer un poco más, reflejando la parte negativa de la ecuación, pero los diferenciales de venta en los países de origen, experimentaron una marcada tendencia alcista durante el 2016, de forma tal que se reflejen las verdaderas condiciones internas de disponibilidad de grano y los costos de producción. En otras palabras, el ajuste necesario para mantener a flote a los participantes en la industria del café, a pesar del negativo entorno financiero, será unos cada vez mayores “premios” pagados por los compradores de fisico, que se veran forzados a competir por unos relativamente escasos suministros.
Si alguien pretende establecer estrategias compradoras, basado en el esperado déficit de oferta y la escalada de los costos de producción, deberá considerar que estas condiciones impulsoras del precio coexisten con otras negativas, y deberá tener mucho cuidado en la forma como implementa su estrategia, comprar la bolsa, no es el camino más adecuado en este momento.