Pensemos que son las ocho y media de la mañana y nos ponemos delante de nuestro ordenador para ver el desarrollo de la sesión asiática y las cotizaciones en la apertura europea.
Vemos un par de divisas formando un patrón y comienzamos a estudiarlo. Miramos los gráficos, leemos algo de información o recomendaciones de inversión en el activo. Nos empapamos durante unos minutos de sus variables. Llegamos a la conclusión de que el activo subirá o bajará. Entramos.
La jornada va tranquila, sin muchos sobresaltos, hasta que de repente el activo se empieza a mover a nuestro favor o en contra sin que sepamos realmente porqué. Visita unos niveles y hace soporte o resistencia donde nosotros no contemplábamos. En este punto, que estemos perdiendo o ganando dinero es secundario.
Visitamos el calendario económico. Era una noticia de IPC. Bueno, sólo se ha movido 20 pips y el IPC era el esperado.
La jornada prosigue y el activo gira en nuestra contra. Como la operación estaba dando cierto beneficio, sacamos la posición y cerramos con unos pequeños beneficios. O al revés, cerramos con algo de pérdida, porque no lo vemos claro.
Acto seguido ponemos nuestros ojos en otro activo y entramos. Todo este trascurrir y esta operativa es trading de café con leche.
La planificación de un activo comienza antes de romper el sobre del azúcar. Seamos serios, ¿Qué podemos esperar de una planificación de 20 minutos? ¿Estamos probando suerte?
Sin planeamiento, en cualquier movimiento del mercado nos sentiremos inseguros. De ahí cerrar operaciones prematuramente en ataques de sensatez. Solemos recurrir a ella cuando las cosas empiezan a ir mal. En ese momento miramos más atentamente los gráficos, el calendario económico, los indicadores y nuestro saldo.
“No debería haber entrado”, concluimos. Ganar o perder dinero es secundario. El problema es la operativa.
Ciertas preguntas que nos deberían ayudar. Autotest.
- ¿Tengo objetivos para hoy?
- ¿Llevo estudiando un activo y estoy atento a su desarrollo?
- ¿Me apunto cierta información construyendo una estrategia?
- ¿Ha llegado el activo al nivel que estábamos esperando?
- ¿Tengo unos requisitos para entrar en una operación?
- ¿Esta operación es fruto del planeamiento o estamos utilizando nuestro “talento y visión”?
- ¿Qué metas tiene la entrada y cuánto tiempo consideramos que debe transcurrir para lograrlos?
- ¿Si alguien nos aconsejase esa operación y le preguntásemos porqué, que crees que él nos diría?
No nos tomemos el desempeño de la negociación de una manera frívola. La planificación es fundamental para tener claro qué vamos y qué no vamos a hacer en el transcurso de la operativa. Ese mencionado trading del café con leche suele dar dolor de estómago.