Fráncfort (Alemania), 13 mar (EFE).- El Banco de Pagos Internacionales (BPI) dice a países de Latinoamérica, como Brasil, Colombia y Perú, que el encaje (coeficiente de caja) puede disminuir la intermediación financiera.
En su último informe trimestral, el BPI reconoce que "los ajustes en los requerimientos de encaje han ayudado a estabilizar las tasas interbancarias, han influido en los tipos del mercado sin atraer necesariamente mayores flujos de capital y han permitido atemperar el aumento del crédito".
Sin embargo, el BPI advierte de que los requerimientos de encaje pueden generar distorsiones en el sistema financiero, incrementando el coste de la intermediación financiera y pudiendo reducirla.
El encaje bancario (coeficiente de caja) es el porcentaje de recursos que deben mantener congelados los intermediarios financieros.
"Los requerimientos de encaje recobran importancia", asegura el BPI, que es el banco de los bancos centrales y tiene su sede en la ciudad suiza de Basilea.
Recuerda que "tras haber perdido hace tiempo su papel como instrumento de política monetaria en las economías avanzadas, varios bancos centrales de América Latina y otras regiones los han retomado recientemente como herramienta para alcanzar objetivos monetarios y de estabilidad financiera".
En un artículo monográfico, los expertos del BPI estudian el uso del encaje en Brasil, Colombia y Perú en los últimos años.
La experiencia en estos tres economías latinoamericanas sugiere que los ajustes en las reservas exigidas pueden ayudar a estabilizar las tasas interbancarias y a influir en las tasas de mercado sin disparar los flujos de capital pero, a su vez, pueden incrementar el costes de la intermediación y disminuirla.
Los bancos comerciales están obligados a depositar una parte de sus activos en el banco central, que generalmente ofrece un rendimiento más bajo que otras inversiones.
En la práctica esto es un impuesto al sector financiero que pone a estas instituciones financieras depositarias en desventaja competitiva frente a otras y aumenta el diferencial entre las tasas de préstamo y de depósito, lo que incrementa el coste del crédito y reduce el nivel de intermediación financiera.
El uso de requerimientos de reservas puede ayudar a compensar condiciones financieras más severas para los bancos durante los periodos de tensión financiera y a suavizar el crecimiento del crédito en mercados financieros menos desarrollados.
Antes de la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008, Brasil, Colombia y Perú afrontaban una combinación de elevadas entradas de capital y un sobrecalentamiento económico con elevadas tasas de inflación por la presión sobre la capacidad productiva y el auge del precio de las materias primas.
Además, el crédito crecía a tasas anuales reales de más del 20 %.
Una subida de las tasas de interés, para controlar la inflación y el crecimiento del crédito, tenía el riesgo de atraer más flujos de capital.
La quiebra de Lehman Brothers creó otro dilema a la banca central ya que se contrajeron las entradas de capital y se endurecieron las condiciones de financiación en los mercados nacionales y exteriores, al mismo tiempo que la inflación era alta.
Por ello los bancos centrales de estos tres países tenían que estabilizar los mercados financieros y asegurar que la inflación permanecía estable y para ello ajustaron el encaje y también la tasa de interés.
Por ejemplo, en Colombia, en el segundo trimestre de 2007, el coeficiente de caja llegó hasta el 27 % sobre los ahorros y las cuentas corrientes.
El Banco de Perú incrementó el encaje entre el primer y segundo trimestre de 2008 y elevó la tasa de interés desde el 5 hasta el 6,5 % en septiembre de 2008.
Posteriormente, el banco central peruano redujo las reservas exigidas a partir de octubre de 2008 y hasta el primer trimestre de 2009.
Sin embargo, el banco central de Brasil no aumentó el encaje en la fase de expansión pero sí su tasa rectora. En el último trimestre de 2008, este banco central redujo sus requerimientos de encaje sobre depósitos de ahorro y las bajadas de la tasa de interés fueron posteriores, a partir del 21 de enero de 2009. EFE