BAGDAD (Reuters) - Un tiroteo y bombardeo contra un autobús cerca de Bagdad mató a 52 prisioneros y nueve policías el jueves, dijeron el Ministerio de Justicia y fuentes médicas, el último de una serie de ataques contra prisioneros en Irak.
El motivo de las muertes del jueves no estaba inmediatamente claro pero fuentes de seguridad iraquíes y milicias chiíes asociadas con el gobierno parecen haber ejecutado ilegalmente al menos a 255 prisioneros durante el último mes en una aparente venganza por las muertes de extremistas suníes, según Human Rights Watch.
El autobús transportaba prisioneros desde una base militar en la ciudad de Taji hasta Bagdad cuando se vio alcanzada por bombas en la carretera, según las fuentes. Hombres armados abrieron fuego después.
Gran parte del derramamiento de sangre de estos días está relacionado con las profundas divisiones sectarias que han crecido desde que extremistas suníes antes pertenecientes al Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL) ocuparan grandes zonas del norte de Irak y declararan un imperio islámico.
En junio, 69 prisioneros murieron cuando eran transportados desde una ciudad de la periferia hasta una prisión en Bagdad. La versión oficial, ofrecida por el gobernador de Hilla, fue que extremistas habían atacado el convoy, matando a 10 prisioneros y un policía.
Pero un capitán de la policía, un segundo oficial y un alto cargo local dijeron a Reuters que no había tenido lugar ningún ataque, y que la policía había ejecutado a los 69 hombres.