Washington, 5 abr (EFE).- Líderes republicanos de la Cámara de Representantes de EE.UU. presentaron hoy un presupuesto para 2012 que contempla un plan para recortar el gasto en 6,2 billones de dólares en la próxima década.
La propuesta presupuestaria, presentada durante una rueda de prensa, prevé además una reforma de los programas de beneficiencia para ancianos y pobres, "Medicare" y "Medicaid", respectivamente, lo que garantiza mayores disputas partidistas en el Congreso.
El autor del plan y presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara Baja, Paul Ryan, explicó que el Gobierno federal se encuentra en una trayectoria fiscal que "simplemente no es sostenible" y conducirá a un "colapso económico".
Durante muchos años, argumentó Ryan, "Washington ha estado haciendo promesas vacías" pero, en cambio, "nuestra meta es dejar a nuestros hijos y nietos una nación libre de deuda".
Según el plan republicano, salvo el pago de intereses sobre la deuda nacional, el presupuesto fiscal recuperará el equilibrio para el año 2015.
La propuesta incluye un recorte de 178.000 millones de dólares para el Pentágono, y una reducción de la tasa impositiva para las corporaciones.
Los republicanos aseguran que el plan prevé una reducción total del gasto federal a menos del 20 por ciento de la economía, en comparación con el plan que propone la Casa Blanca, de alrededor del 23 por ciento.
Pero, en respuesta, los demócratas replican que se trata, ante todo, de una concesión para los ricos que acabará perjudicando a los pobres y a la clase media.
El legislador de Maryland, Chris Van Hollen, el demócrata de mayor rango en el Comité de Presupuesto de la Cámara Baja, lamentó que, a su juicio, el plan republicano no es "serio" ni "equilibrado".
"Escudándose en una retórica positiva para una reforma, el presupuesto republicano representa una agenda ideológica rígida que extiende los recortes tributarios para los ricos y poderosos, a expensas del resto de los estadounidenses, solo que esta vez de forma exagerada", enfatizó.
En paralelo a la presentación del nuevo plan republicano, el presidente Barack Obama se reunió hoy con los principales líderes demócratas y republicanos del Congreso, con el objetivo de lograr un acuerdo presupuestario que evite la paralización del funcionamiento de la administración este viernes.
Pero la Casa Blanca y los republicanos no lograron pactar un acuerdo definitivo, y la principal traba sigue siendo cuánto recortar del presupuesto para el año fiscal 2011 en curso y de dónde.
Los fondos para las operaciones de las agencias federales se agotarán este viernes y, si el Congreso no aprueba otra extensión provisional, habría un cierre provisional del Gobierno, como sucedió en 1995 y 1996 bajo la presidencia de Bill Clinton. EFE