Sídney (Australia), 15 dic (.).- El Parlamento australiano aprobó este jueves una ley para intervenir el mercado energético del país oceánico, con el fin de reducir el precio de las tarifas de los servicios eléctricos que se han disparado a raíz de la invasión rusa de Ucrania.
La ley fue aprobada hoy en la Cámara Baja, en donde los laboristas tienen mayoría, con 85 votos a favor y 41 en contra, y por la tarde en el Senado, con 28 a favor y 22 en contra, en virtud del apoyo al proyecto del Partido Laborista y otros senadores independientes.
Con esta la ley, el Gobierno australiano impondrá un tope al precio del gas de 12 dólares australianos (8,2 dólares estadounidenses o 7,7 euros) por gigajulio.
Por otro lado, establece que el precio del carbón será regulado por las regiones, aunque Queensland y Nueva Gales del Sur, dos grandes productores de este combustible fósil, ya acordaron la semana pasada que la cota será de 125 dólares australianos (85,4 dólares estadounidenses o 80 euros) por tonelada.
La legislación también destina un fondo de 1.500 millones de dólares australianos (1.024 millones de dólares estadounidenses o 961,3 millones de euros) en subsidios a las facturas eléctricas de familias que reciben prestaciones sociales y las pequeñas empresas.
Asimismo, la ley introduce un código de conducta obligatorio para el mercado del gas para asegurar un proceso transparente en las negociaciones de los contratos de gas, así como tarifas energéticas justas.
El ministro del Tesoro, Jim Chalmers, dijo hoy en el Parlamento de Camberra, que el antiguo gobierno de la coalición Liberal-Nacional sabía que los precios de la electricidad estaban subiendo en un 20 por ciento en el presente año, un incremento agravado por la invasión rusa a Ucrania.
"Sin una intervención (en el mercado energético), se espera que el próximo año fiscal los precios minoristas del gas aumenten otro 20 por ciento y los de la electricidad otro 36 por ciento", remarcó Chalmers, según la transcripción publicada en su portal oficial.
Con la ley, el Gobierno espera que se reduzca en 230 dólares australianos (157 dólares estadounidenses o 147,4 euros) el incremento de las facturas eléctricas previstas para el próximo año.
No obstante, los hogares medios aún afrontarán una subida anual en el servicio de al menos 700 dólares australianos (478 dólares estadounidenses o 449 euros) en 2023.
El Ejecutivo del primer ministro australiano, Anthony Albanese, que ganó los comicios en mayo pasado, prometió, entre otras cosas, rebajar las tarifas de electricidad y gas, así como luchar contra la crisis climática e impulsar al país hacia una economía verde.
"Trabajamos para proteger a las familias de las peores subidas de los precios mundiales de la energía y apoyar el empleo en el sector manufacturero", dijo Albanese hoy en un mensaje en las redes sociales.