París, 12 jun (EFE).- El Gobierno francés anunció hoy que ha
firmado la declaración de utilidad pública para el tramo
Tours-Angulema, que forma parte del proyecto de línea de tren de
alta velocidad (TGV) que debe unir París con Burdeos y con la
frontera española por el País Vasco.
El Ministerio de Ecología indicó en un comunicado que su titular,
Jean-Louis Borloo, y el secretario de Estado de Transportes,
Dominique Bussereau, han sido los encargados de rubricar el decreto
que declara las obras para la realización de ese tramo de 302
kilómetros "de utilidad pública y urgentes".
El departamento puso el acento en que ese decreto era "una
condición pública indispensable" para que sea posible empezar a
construir esa distancia de la nueva línea de TGV, cuya financiación,
estimada en 7.100 millones de euros, "se está constituyendo" entre
las diversas administraciones francesas concernidas.
También recordó que en julio de 2006 ya se había dado el visto
bueno a la declaración de utilidad pública para una primera sección
de 121 kilómetros entre Angulema y Burdeos.
Las dos juntas forman parte de la línea de alta velocidad Sur
Europa Atlántico (SEA), desde París hasta la frontera española,
hasta Toulouse y hasta Poitiers en la parte francesa, y conectarían
en Tours con la infraestructura de TGV que ya está en funcionamiento
entre la capital francesa y Tours.
En conjunto la infraestructura de la línea SEA en territorio
francés representa una inversión estimada de unos 16.000 millones de
euros, según el Ejecutivo francés, que en total prevé lanzar 2.000
kilómetros de nuevos corredores ferroviarios de alta velocidad de
aquí a 2020.
Cuando se construyan los dos tramos entre Tours y Burdeos el
trayecto entre esta última ciudad y Burdeos se reducirá en 50
minutos.
Esta declaración de utilidad pública llega apenas una decena de
días después de que estallara una polémica con el anuncio por la
ministra francesa de Interior, la conservadora Michèle Alliot-Marie,
de que se suspenden los estudios para construir un nuevo corredor
ferroviario, dedicado al TGV, entre Bayona y la frontera española.
Alliot-Marie, que es la alcaldesa adjunta de San Juan de Luz,
justificó el abandono de ese nuevo corredor por considerar que su
construcción tendría un fuerte impacto medioambiental en la costa
vascofrancesa, y por estimar que con mejoras en la actual línea
férrea convencional al menos hasta 2020 no hay riesgo de saturación.
Ese anuncio provocó reacciones de descontento tanto del
presidente de la región de Aquitania, el socialista Alain Rousset,
como del alcalde de Burdeos, el conservador Alain Juppé, inquietos
porque consideraban que renunciar a la alta velocidad en el último
tramo de conexión con España del proyecto SEA podía poner en peligro
el resto de la línea o al menos posponer la llegada del TGV a
Burdeos. EFE