El jueves, Deutsche Bank elevó el precio objetivo de las acciones de Tesla (NASDAQ:TSLA) a 136 dólares desde 123 dólares, al tiempo que mantuvo la calificación de "mantener".
El ajuste se produce tras los resultados del primer trimestre de Tesla, que provocaron una respuesta positiva del mercado. El informe reveló que Tesla no está abandonando la producción de modelos de consumo más asequibles y no depende únicamente del futuro éxito de su concepto Robotaxi.
El analista del banco destacó la decisión de Tesla de detener por el momento la adición de nuevas plantas o capacidad. La empresa también anunció que no lanzará sus próximos vehículos de consumo utilizando el rentable proceso de producción "unboxed". En su lugar, Tesla planea combinar las líneas de producción existentes con elementos de la tecnología de próxima generación para acelerar la fabricación de vehículos más asequibles, potencialmente tan pronto como en la primera mitad de 2025.
Este movimiento estratégico se considera una respuesta práctica a la difícil situación de la demanda de vehículos eléctricos y a la necesidad de gestionar los gastos de capital, especialmente con las importantes inversiones necesarias para la IA y las tecnologías autónomas. El analista considera este avance potencialmente positivo en comparación con las expectativas anteriores, pero también reconoce los importantes riesgos de ejecución asociados a este agresivo calendario.
Además, sigue habiendo dudas sobre los detalles y los costes asociados a los nuevos vehículos. También existe el riesgo de canibalización de las ventas del Model 3 y el Model Y si la diferenciación entre los modelos es mínima. Además, el volumen de producción de la gama de vehículos más asequibles está limitado por la capacidad existente, que puede ser insuficiente para afectar significativamente a los beneficios.
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