Las personas viven más tiempo en el siglo XXI, pero lo que menos se reconoce es que, a pesar de nuestra creciente longevidad, también nos estamos enfermando. Según la investigación, el número de personas mayores de 65 años que padecen al menos cuatro afecciones médicas aumentará en un 100 por ciento para el 2035. Como puede imaginarse, tal salto en la enfermedad supondrá una carga cada vez mayor para las instituciones médicas y servicios, con la implicación de que nosotros —como comunidad global— necesitamos encontrar formas nuevas e innovadoras de tratar la enfermedad.
Afortunadamente, las criptomonedas están disponibles para ayudar con esta crisis emergente. No será una panacea para los males de nuestros sistemas de salud con problemas, pero de varias maneras importantes, las cadenas de bloques y las criptomonedas podrían ayudar al sector de la salud a cumplir con la creciente carga de trabajo en los años y décadas por venir. Al aumentar la seguridad y la transparencia de los datos médicos, podrían brindar a los pacientes una mayor seguridad de que su información personal está siendo protegida, lo que a su vez podría aumentar la confianza en las instituciones médicas y hacer que las personas puedan poner sus vidas en manos de profesionales de la salud. Y al proporcionar a las compañías de investigación médica un mayor acceso a la financiación, acelerarán el progreso en el área del descubrimiento de tratamientos con medicamentos, salvando vidas y reduciendo enfermedades.